En el acoplado de Niz, Honda 300 de Marcelo García, Yamaha 350 de Niz, en la Toyota: Yamaha 200 de Rafael López y moto Honda 600 de Gringo Quintar, en la Ford el Polaris del autor. Desde este punto contemplamos el valle de Medanitos, que contrasta con la aridez del campo de Saujil camino a Palo Blanco, por el que ingresamos a la finca. Visualizamos con un larga vista las dunas sobre el manto blanco, que se recuesta en las sierras de Fiambalá a la izquierda de la fotografía y en pocos minutos contemplaríamos el paisaje inverso desde la duna.
En el capítulo 74 (Dunas de Medanitos) se describe con detalle la visita a esta duna http://notablesdetinogasta.blogspot.com/2009/03/74-dunas-de-medanitos.html, en esta ocasión aprovechamos para realizar todo tipo de acrobacias tanto personales, deslizándonos por la duna, como con los cuatriciclos haciendo trompos y otras demostraciones de destreza. Después pusimos en práctica la técnica de trepar hacia la montaña haciendo zig-zags lo que nos permitió superar la altura donde tuve que abortar una trepada la vez anterior.
Bajamos a arreglar un cuatriciclo y deleitarnos con un exquisito asado, regado con un excelente Cabernet 2009 de nuestra bodega, producido con uvas de la finca Istataco, los más jóvenes dieron unas vueltas por los viñedos y a las 16:30 partimos para Los Nacimientos, poniendo a prueba los cuatriciclos y la pericia de sus conductores por un camino muy sinuoso de arena suelta, entre arbustos y ojos de agua. Pudimos ver el contraste de un inmenso campo de arena blanca, con el verdor de las riveras del río Abaucán, justamente en el lugar donde nace por primera vez, de ahí el nombre de esta localidad que forma parte de la finca y tiene una escuela, una capilla, una posta sanitaria y varias casitas a lo largo del camino de unos 4 Km. Pueden verse imágenes de este recorrido en: http://notablesdetinogasta.blogspot.com/2009/02/65-los-nacimientos.html .
Para no arriesgarnos a cruzar el río en esta parte pantanosa y de barrancas altas, volvimos hasta el cruce a La Soledad y emprendimos un viaje de 10 Km. hasta las dunas de Tatón, nos desviamos de la ruta justo en el lugar donde pasó el rally Dakar, (el lugar y una imagen satelital de las dunas se pueden ver en: http://notablesdetinogasta.blogspot.com/2009_01_01_archive.html ).
Las huellas del cuatriciclo que se ve en primer plano muestran que llegó patinando, si no patinara la huella mostraría el dibujo de las ruedas como se verá en las próximas tomas.
Tras la habitual foto del grupo, cada uno corrió por el inmenso campo de dunas que se extiende por muchos kilómetros cuadrados a ambos lados de la ruta a Tatón. Es ocasión de aclarar un error de interpretación que hicimos en capítulos anteriores, de las imágenes de las ondas sedimentarias vistas con Google Earth, desde el satélite no estaba claro cual era el barlovento y cual el sotavento pero una vez en el lugar se ve claramente que las dunas se desplazan hacia el noroeste, al igual que las dunas de Medanitos vistas al principio y es la consecuencia del viento sur que suele correr a las tardes con mucha frecuencia en la zona.
Vista hacia el oeste, a la derecha el sotavento cóncavo mirando al noroeste.
Nótese en el centro de la imagen un toro que encontramos andando por entre las dunas, no pudiéndonos explicar que hacía por ahí, dado que no había nada para comer.
Nótese en el centro de la imagen un toro que encontramos andando por entre las dunas, no pudiéndonos explicar que hacía por ahí, dado que no había nada para comer.
Ver video en: http://www.youtube.com/watch?v=6nZm7b64oqc
Vista hacia el este
La estadía de más de una hora en las dunas fue una fiesta, algunos se tiraron rodando, otros deslizándose por las abruptas pendientes del sotavento, otros subiendo, bajando y cruzándose con el cuatriciclo de duna en duna hasta que la hora nos puso en la encrucijada si seguir hasta Tatón o volvernos y decidimos ir a Tatón.
Vista hacia el este
La estadía de más de una hora en las dunas fue una fiesta, algunos se tiraron rodando, otros deslizándose por las abruptas pendientes del sotavento, otros subiendo, bajando y cruzándose con el cuatriciclo de duna en duna hasta que la hora nos puso en la encrucijada si seguir hasta Tatón o volvernos y decidimos ir a Tatón.
Entrada a Tatón
Pese a la fecha, el poblado estaba muy verde y concurrido, tomamos un refrigerio en un bar próximo a una capilla y a una cancha de fútbol y emprendimos el regreso, varios se quedaron sin nafta pero en el Polaris llevaba un bidón salvador.
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