domingo, 6 de febrero de 2011

91 - Antofagasta de la Sierra

Teníamos información que durante la época de lluvias es el peor momento para visitar Antofagasta, los ríos crecen y pueden dejar atrapados a los viajeros, entre las corrientes bravías del río Villa Vil, o los muchos otros que hay entre Tinogasta y Belén. Pero para el grupo de cuatricicleros que ya sentíamos la adrenalina de la aventura era tarde para reflexionar, estábamos ya en camino a las 10 de la mañana llevando 6 cuatricilos y contábamos con las reservaciones para ese día en la hostería de Antofagasta.

 Arriba: río El Tambillo, abajo: río Villa Vil

Consultamos a personas conocedoras del camino a Antofagasta, que estaban a la espera de cruzar y los pronósticos eran desalentadores, pese a ello y tras almorzar en Belén seguimos hasta el río Villa Vil sabiendo que si superábamos ese obstáculo llegaríamos a destino.

Con la presencia de una máquina de vialidad que sacó las piedras de los ríos pudimos pasar y seguimos por el exótico camino entre Villa Vil y Barranca Larga. A la izquierda y por varios kilómetros se observan formaciones que recuerda la proa de barcos y al fondo las rocas sedimentarias de la montaña parecen catedrales góticas.

Valle de los Barcos

Por fin llegamos a Antofagasta a las 9 de la noche, la hostería era muy buena para estar en este pequeño poblado, esa noche como había una fiesta en el salón del hotel, cenamos en casa de doña Cirila, quien nos adelantaba todo lo hermoso que veríamos al día siguiente. Llamamos al guía turístico y empresario Pedro Vázquez para tratar sobre el servicio para el día siguiente.


Hostería de Antofagasta

A la mañana partimos en tres camionetas a Real Grande, 25 Km de paisajes multicolores, parando a ver dibujos hechos sobre piedras a la intemperie por habitantes de épocas remotas, un paraje con un arroyo y vegas donde veríamos petroglifos pintados con material rojo en refugios de roca.


Real Grande

Petroglifos representando una familia y animales

A la tarde fuimos a visitar la laguna de Antofagasta que está al lado del volcán homónimo y un poco más lejos el volcán Alumbrera, ambos expulsaron material piroclástico que se observa al lado del camino.


Laguna de Antofagasta

Tras recorrer la laguna fuimos a visitar el asentamiento aborigen del Coyparcito a pocos kilómetros de Antofagasta.
Asentamiento indígena de Coyparcito (26º 5,210’ ; 67º 25,890’)

En esta vista satelital se observan los muros de piedra muy deteriorados de Coyparcito, que fue dominado por los Incas en tiempos en que llegaban los conquistadores españoles a América. Luego subimos a una lomada donde se encuentra el Complejo Pucará desde donde se observan unas vistas panorámicas del pueblo de Antofagasta.

Vistas de Antofagasta de la Sierra

A las 19 partimos hacia el Peñón admirando el impresionante paisaje creado por los volcanes que distribuyeron en sus alrededores abundantes cantidades de lava y vidrios volcánicos.

Material piroclástico, arriba basaltos, abajo campo de piedra campana (obsidiana)

Esta curiosa piedra es un vidrio volcánico que al golpearse emite sonido metálico, es la obsidiana u oxidiana y tiene una larga historia desde el principio de los tiempos, por su facilidad de formar filos se usa como cuchillo y los aborígenes hacían flechas con ellas. Quien desee entretenerse leyendo sobre las propiedades mágicas de la obsidiana puede empezar por el siguiente vínculo: http://www.placerybienestar.net/higiene/cristales/obsidianaverdad.pdf.

En el próximo capítulo: “El Peñón”

1 comentario:

omar dijo...

Muy hermoso,te felicito mi amigo ,siempre lo haces bien ,saludos a todos tus acompañantes desde Alamos tu amigo Omar