Al comenzar el blog anticipé a los amigos que intentaría contar la historia de “La Barra” en 20 capítulos, llegamos al 23 y no pudimos salir de la década de los 70. Es cierto que salimos de la cronología en varias oportunidades pero era una forma de quebrar la monotonía de una historia que interesaría principalmente a los miembros actuales, pero con el tiempo advertí que hay muy pocos con conexión a Internet por lo que maticé con narraciones interesantes de viajes internacionales que son de de interés general.
Para avanzar a la actualidad debo contar una década por capítulo y los 80’ se puede decir que todo cambió para el grupo, se había cerrado la confitería “La Americana” donde nos reuníamos y comenzamos un largo peregrinar por diferentes lugares, fuimos a la confitería “Amigos” de los hermanos López donde pasamos varios años, luego cambiaron de rubro y fuimos a la de Santiago Aguilera, en 1983 falleció mi padre, antes había fallecido otro grande de las discusiones, Guillermo Baracat Addad y así siguieron apareciendo cada vez menos veteranos en las fotos. Pero “La Barra” siguió adelante con la incorporación de una nueva y numerosa camada de integrantes, para citar algunos, se agregaron personajes como Luis Castaño, Overdan Ferreyra que reemplazó a su padre que también era miembro de La Barra y muchos otros de aproximadamente esa edad.
En Tinogasta, en los 80 se profundiza una campaña de reconversión vitícola que había iniciado un tiempo antes la Agronomía de Zona, con los ingenieros Evans y Sosa, el enólogo Luis Cuello y el principal práctico en injertación don Ramón Mamaní, seguida posteriormente por el Ing. Jorge Casas, estos últimos transferidos al INTA desde donde propagaron por todo el departamento la colección de uvas sin semilla del Ing. Gargiulo de Mendoza.
En 1984 un creciente feroz golpea a Medanitos quedando el lecho del río varios metros por debajo del nivel de las acequias, un aluvión nos tapa gran parte de los viñedos.
Aluvión en Istataco
El esquinero que se ve en 1º plano debía estar a 2,10 m del suelo quedando tapado el parral a la altura del follaje. Al cortarse el riego por 7 meses perdimos gran parte de los cultivos. Era presidente Alfonsín, quien envió un crédito blando para la zona de emergencia a través del banco de Catamarca. Pero en la provincia gobernaban los peronistas Saadi.
Siendo nosotros los principales afectados de Medanitos y contradiciendo mis teorías de que jamás se deben sacar créditos, me presenté, sobretodo teniendo en cuenta que la finca Istataco era una propiedad indivisa y vulnerable por el fallecimiento de su principal dueño don Humberto Cuello. Pero ¡oh sorpresa! cuando hablo con el gerente me dice que la partida se había agotado, no quedando ni un centavo para nosotros. A los días comenzaron a llegar autos 0 Km que compraron personas de Tinogasta afines al gobierno “justicialista” con el dinero enviado por Alfonsín para la zona de desastre.
Lo anterior precipitó la sucesión y división de la finca, retornando en 1986 justo 10 años después de que me habían “despedido” de mi trabajo en 1976 cuando había alcanzado a producir casi un millón de kilos de uva gracias a una duplicación de los viñedos y la compra de 3 tractores, una topadora, una cosechadora, galpones y varios vehículos, realizadas durante mi gestión como gerente desde 1970 hasta 1976.
Una vez en posesión de mi parte en 1986, puse un tractor a sacar la tierra del aluvión de 4 cuarteles afectados, tarea que duró 6 años. Al mismo tiempo y en razón del bajo precio de la Cereza, realizo una injertación de 7 Has de blancas sin semilla, que se siguió repitiendo en los años siguientes hasta erradicar toda la uva Cereza.
Istataco, 1986 iniciamos la tarea de sacar la tierra del aluvión.
En Tinogasta, en 1986 comenzamos a trabajar la pasa de uva para una firma exportadora de Mendoza lo que me posibilitó trasladarme al nuevo establecimiento y financiar las cuantiosas inversiones en la finca Istataco. Una vez en el nuevo establecimiento comencé a trabajar para la poderosa empresa Nucete de Aimogasta que compraba la totalidad de la producción del departamento para exportarla al Brasil.
Una gran cantidad de innovaciones fueron necesarias para poder trabajar hasta el nivel de fraccionamiento unos 600.000 kg de pasas por año a veces en tres turnos las 24 horas del día.
Fue necesario contar estas realizaciones personales para que se entienda lo que sucedió en la década siguiente cuando desarrollamos la variedad “Nevado” y la pasera de 100 m de largo donde intervino toda La Barra en su diseño.
Así terminaba una década de cambios profundos tanto para el grupo como para Tinogasta.
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