Singapur
Nos acercábamos a la ciudad de Singapur después de 20.000 km de vuelo desde Buenos Aires sobrevolando el estrecho de Malaca por donde pasa el comercio internacional entre oriente y occidente, al día siguiente tomaríamos un crucero de Royal Caribbean por países del sudeste asiático, elegimos esta compañía que solamente sale de este puerto de Asia, porque la comida es europea y todo está escrito en inglés, los que parten de Shanghái u otros puertos tiene comidas asiáticas y todo está escrito en chino.
Nodos marítimos,
Singapur entre el lejano oriente y el resto del mundo
Hasta entonces habíamos visitado los principales países de
la cultura greco-latina y de las religiones abrahámicas; judíos, cristianos y
musulmanes, ahora veríamos otras culturas y otras creencias y como seguiríamos
por India, Nepal y los Emiratos Árabes las experiencias habrían de
enriquecernos culturalmente en una medida increíble.
Vista de la hermosa
ciudad de Singapur (agrandar)
Singapur es importante para los argentinos que buscamos
explicarnos por qué, de ser uno de los países más prósperos del mundo y de
haber logrado esa prosperidad en una generación, la del 80’, retrocedimos a la
decadencia, moral, institucional y económica, mientras ocurría lo contrario en
muchos países del tercer mundo que son hoy potencias regionales como éste que
es uno de los cuatro “tigres asiático”.
Esta visita me hizo recordar una vieja frase de mi padre en
las interminables charlas de La Barra:
“todo es cuestión de individuo” decía, es que no es para menos el caso
de Singapur, este país había sido
durante 150 años colonia inglesa desde que en 1819 Thomas Raffles la fundara,
advertido que su ubicación estratégica era excepcional, pero sin embargo la
prosperidad comenzó mucho después cuando en 1959 Lee Kuan Yew con un grupo de
hombres vestidos de blanco, señal de incorruptibles, tomaron el poder y en una
generación lo llevaron a ser uno de los países con mayor riqueza per cápita del
mundo, superando inclusive a Estados Unidos.
Singapur al igual que otras ex colonias inglesas tiene la
impronta del orden social y el progreso económico, pero este país en particular
debe su espectacular crecimiento a un hombre visionario que ha hecho todo lo
opuesto a los países latinoamericanos y en especial Argentina.
Lee Kuan Yew
Lee Kuan Yew, nativo de Singapur de origen chino, abogado
graduado en Londres, electo Primer Ministro en 1959 recibió un Singapur
subdesarrollado y repleto de problemas, entre ellos hambre, insalubridad y
analfabetismo, pero aplicando libertad económica, propiedad privada de los
medios de producción, eliminando toda forma de corrupción y un obsesivo apoyo a
la educación, transformó ese pequeño país sin ningún recurso natural, en una
potencia económica de magnitud global que iremos viendo en este breve
comentario.
Vista parcial del
puerto de Singapur el de mayor movimiento de contenedores del mundo
Pero no solo este gigante de la historia es el “individuo”
que lideró la espectacular transformación de Singapur, también es cierto que
Lee reconocía la influencia del derecho anglosajón aprendido en Londres que en
extrema síntesis, favorece al individuo frente a las arbitrariedad del poder
público; a tal punto es así que en Inglaterra y la mayoría de los países del
Commonwealth, está prohibido el documento de identidad, porque entienden que el
estado no tiene por qué inmiscuirse en los asuntos de los individuos. Votar en
estos países no es obligatorio, se hace un día de semana que no es feriado y
para ser candidato a algo hay que demostrar ser un triunfador en la vida
privada y sin rastros de corrupción.
Argentina es un estado súper-burocrático e ineficiente,
manejado por personajes de baja estofa, surgido de elecciones obligatorias en
la que los pobres estructurales son rehenes de importancia solo numérica,
funcionales a la casta parásita de políticos, a través de un sistema clientelar
que les permite usufructuar a sus anchas el poder mientras Argentina se
derrumba de su 6º lugar en el mundo en 1916, al fondo de la lista entre los
países más corruptos de La Tierra.
El ícono de Singapur
(Cuidad león)
Lee, no fue un hombre muy democrático, los de la generación
del 80’ tampoco, es que en el punto de partida Lee encontró 4 razas, 4
religiones y 5 idiomas todos en conflicto, estaba rodeado de guerrillas
comunistas y dictadores corruptos. Impuso el inglés como idioma oficial, la
pena de muerte por delitos graves y corrupción y castigos físicos a delitos
menores. Hoy Singapur es una de las ciudades más seguras, educadas, limpias y
libres de corrupción del mundo.
La generación del 80 solo tenía como tipos “raciales” los
pueblos originarios y los europeos, pero durante la “colonización” se había
producido un mestizaje generalizado que dio origen al tipo criollo hasta la
llegada de la inmigración europea, pero ésta no hizo más que continuar la
formación de un pueblo sin problemas raciales, sin embargo los políticos
argentinos pensando en un rédito electoral, crearon estereotipos falsos como el
“descamisado” que era el hombre del interior, humilde, quizás un poco moreno,
que habría de transformarse en víctima del “oligarca” que supuestamente
pertenecerían a la raza maldita de los explotadores. En Argentina entonces se
avanzó hacia la división y el enfrentamiento de un pueblo que en realidad no
tenía ningún problema serio de ninguna naturaleza.
Lee vio que la pobreza se elimina con trabajos muy bien
remunerados, para conseguirlos el pobre tiene que educarse, es por eso que
dedicó todo su esfuerzo a la educación creando las mejores universidades de
oriente, era un admirador del milagro japonés al que quiso imitar, Japón había
sido derrotado en 1945 además de la 2 bombas atómicas que padeció, pero para la
época de Lee, 1960 ya era la segunda
potencia mundial. Japón atrajo capitales de todo el mundo, Lee hizo lo mismo
con empresas de alta productividad que son las únicas capaces de pagar los
altos salarios que hay en Singapur.
Digamos por último que
Deng Xiaoping, el sucesor de Mao en China impresionado por el gigantesco desarrollo de
Singapur quiso imitarlo, Lee Kuan Yew
tenía un superministro: Go Keng Swee ministro de educación y de guerra a la
vez, Deng Xiaoping se lo pidió “prestado” para cambiar la matriz comunista de
China hacia la apertura capitalista y gracias a él hoy China es la segunda
economía más grande del mundo.
Con todo lo dicho, no hay dudas de que llamar a Lee Kuan Yew
un gigante de la historia está perfectamente justificado.
Barrio Chino
preservado por la comunidad China
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