La noche profunda daba marco a un escenario imponente de luces amarillas que se perdían en todas las direcciones delineando la curvatura de La Tierra, el gigantesco avión comenzaba a descender en el centro del imperio más grande de la historia de la humanidad, en pocos minutos arribaríamos a la maravillosa ciudad de Nueva York.
¡Que emoción! que momento de vivencia intensa para quienes vimos las primeras imágenes del mundo en Medanitos, más allá de Fiambalá, sin agua, ni luz, ni calles, ni gente; perdidos en la nada, en el arenal, entre las vegas pobladas solo de teros y garzas. Si hubiéramos imaginado siquiera que algún día veríamos la más descomunal urbe jamás construida, la ciudad de los rascacielos: la “Gran Manzana”.
¡Que emoción! que momento de vivencia intensa para quienes vimos las primeras imágenes del mundo en Medanitos, más allá de Fiambalá, sin agua, ni luz, ni calles, ni gente; perdidos en la nada, en el arenal, entre las vegas pobladas solo de teros y garzas. Si hubiéramos imaginado siquiera que algún día veríamos la más descomunal urbe jamás construida, la ciudad de los rascacielos: la “Gran Manzana”.
Ya había amanecido cuando llegamos a un hotel en la calle 43 y la avenida Broadway, dejamos el equipaje y salimos para aprovechar al máximo ese paisaje insólito. No sabíamos en que parte de Manhattan nos encontrábamos, caminamos unas pocas cuadras y dimos con un edificio enorme que en su parte delantera tenía una pista de patinaje, era el Rockefeller Center. Un pasaje peatonal lleno de flores conducía a la 5ª Avenida, casi frente a la Catedral de San Patricio.
Rockefeller Center
Avanzábamos por calles repletas de rascacielos hasta que llegó la hora de almorzar, entramos en un restaurant en una especie de subsuelo, al salir se nos indicó que lo hiciéramos por otra puerta, cuando recorríamos un largo pasillo buscando la salida vimos que en los ascensores del edificio había un enorme gorila agarrado de la pared. No salíamos del asombro hasta que alguien se acercó y nos dijo que era King Kong y que el gran muñeco recordaba a los turistas que en ese lugar se filmó la famosa película que lleva su nombre, sin darnos cuenta habíamos entrado al gran rascacielos Empire State.
Típicas calles de Nueva York
A la noche pasear por la avenida Broadway cerca del Time Square, fue otra experiencia insólita, por una parte la gente, ¡vaya si es un crisol de razas! resultaba difícil encontrar dos personas parecidas, todas las nacionalidades, las más diversas vestimentas, hablando en lenguas diferentes, comercios abiertos sin horarios. Pero algo nos sorprendía, esta avenida histórica no es muy ancha y en el medio de la calle cada tantos metros se levantaban tubos metálicos muy altos por donde salía vapor desde alguno de los varios subsuelos que hay en toda la ciudad, sentados o acostados alrededor, cantidad de hombres menesterosos abrasaban los caños en busca de calor ya que era un fría noche de invierno.
En contraste, larguísimas limusinas ingresaban a la estrecha avenida pisando casi el abrigo de los “homeless” (los sin casa), eran tantas las que circulaban e insólito el espectáculo que fuimos a preguntar en un comercio que hacían esos hombres desamparados en la ciudad más poderosa del mundo. La respuesta que nos dio el americano fue breve y demoledora: los dejamos ahí para advertir lo que les pasa en este país a los flojos y a los vagos..... Pensativos, seguimos sorteando decenas de prostitutas que ofrecían sus servicios con pequeñísimas minifaldas negras. Así terminaba otra jornada para el recuerdo.
Al día siguiente visitamos Wall Street, el centro financiero más grande del mundo y a pocas cuadras de ahí llegamos a las imponentes torres del World Trade Center (Las Torres Gemelas)
World Trade Center
Subimos hasta el piso 116 desde donde se aprecia toda la ciudad, La estatua de La Libertad, y más allá del río Hudson, los muelles del estado de Nueva Jersey. Los edificios de abajo tienen 80 pisos.
En el mirador del piso 116 del World Trade Center
Vista del río East desde el piso 116
Muestro estas imágenes previo a explicar el origen de un nuevo desarrollo industrial realizado en Tinogasta como consecuencia de esta visita: los joist.
Fue tal la impresión que nos causó el edificio del World Trade Center, demostración de la grandeza sin igual de ese pueblo de empresarios e ingenieros, capaces de realizaciones inimaginables, que contrasta con las republiquitas bananeras donde gobiernos de políticos y abogados han llenando las calles de piqueteros y hambrientos en el país de las vacas y el trigo, que cuando las derribó la furia del “turco” y vimos sus escombros nos dolió profundamente. Para colmo tuvimos que escuchar vociferar a Hebe de Bonaffini que se alegraba mucho de la muerte de 3.000 inocentes tras el ataque de Ben Laden.
Escombros del World Trade Center
Pero ¿qué había sucedido?, ¿dónde estaban los escombros? ¿cómo podía ser que un edificio de más de 420 metros de altura no hubiera dejado más que un pequeño alto de escombros? ¿Y el resto de la mampostería donde fue a parar?
Fue tal la curiosidad por averiguar las razones de este “misterio” que después de mucho buscar por fin encontré la respuesta: estaba hecho de joist (vigas de acero de alma abierta) apoyadas en girders (colectoras de josist) que pasaban la carga a columnas hechas con perfiles de acero.
Pero “joist” no era una palabra conocida lo que me llevó a buscar en Internet hasta dar con el “Steel Joist Institut” donde se puede descargar gratuitamente el manual de fabricación de estas estructuras; una vez entendido el procedimiento de cálculo fabricamos una primera estructura de prueba con excelentes resultados. Hoy la aplicamos en diversas construcciones y una empresa local ha realizado ya algunas obras en el departamento construidas con joist en base al ingreso de un conocimiento nuevo procedente de un mundo globalizado.
En la ilustración piso del World Trade Center con los joist (24), por encima el piso, por abajo el cielo raso o sea era una estructura hueca, esquema que se repite en todo el edificio y razón por la cual se "compactó" con el derrumbe.
Queda entonces claro que todo cuanto contamos en este blog, aparte de entretener e ilustrar, tiene relación con el desarrollo de Tinogasta; que comprendemos la importancia de salir y conocer lo que hacen los países desarrollados y resaltar su generosidad ya que el conocimiento esta disponible gratuitamente, al alcance de la mano más humilde, nos falta quizás poner más interés en aprender y luchar contra el aislamiento sobre todo el mental.
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