Transcurrían las horas en la tranquila y apacible Tinogasta, cuando comenzó a sentirse un ruido que se hacia cada vez más intenso, de pronto vimos un helicóptero sobrevolando el pueblo, daba vueltas y vueltas por el centro como buscando un lugar para aterrizar, habían salido a la calle muchísima gente cuando comenzó a descender dirigiéndose al parecer al Hotel de Turismo, hoy propiedad de uno de nuestros compañeros de La Barra, Luis Castaño.
Corrimos para ganar una buena ubicación y presenciar el inusual espectáculo, menos mal que atiné a tomar una máquina de fotos de la época en que se sacaban “diapositivas”, llegué justo cuando una gran polvareda se levantaba del patrio trasero del hotel y tocaba tierra un helicóptero tipo Lama de color rojo.
Digitalización “casera” de una diapositiva de la época.
Detuvieron el motor y entre medio de la multitud bajaron dos tripulantes con casco de pilotos, pero como siempre,.. ¡oh sorpresa! ...cuando uno de los tripulantes se secó el casco no lo podía creer, ni él tampoco: ¡compañero...! gritamos al unísono y nos estrechamos en un fuerte y cálido abrazo.
Pero ¿que haces por aquí? le pregunté asombradísimo, y vos... ¿que haces por aquí? me contestó, en este pequeño mundo en que vivimos nos habíamos encontrado dos viejos amigos y compañeros del club universitario de Mendoza, él era estudiante de ingeniería en minas pero muy frecuentemente nos encontrábamos en el comedor, era oriundo de Bolivia y al igual que muchos otros pertenecíamos al grupo de forasteros que nunca nos integramos con los compañeros de Mendoza.
Era un muchacho muy inteligente, en los ratos libres jugábamos al ajedrez en una sala especial del club y debo reconocer que las victorias quedaban generalmente para el representante del altiplano. Recuerdo que cada vez que le hacíamos una jugada buena decía ¡chihuahua...!, expresión de sorpresa que por decirla tan reiteradas veces se hizo acreedor del apodo “Chihuahua”, mucho después me enteré que era el nombre de un estado de Méjico y de una raza de perritos pequeños.
Tras los saludos nos despedimos hasta la noche donde nos juntaríamos a cenar y a recordar viejos tiempos. Pero lo que interesa contar aquí es ¿que vino a hacer a Tinogasta?, pertenecía a una poderosísima empresa minera multinacional norteamericana, no puedo nombrarla porque cuando empecé a preguntarle sobre que los traía por aquí dijeron (también estaba el piloto), que tenían prohibido dar información de lo que hacían.
No obstante y siempre con unos buenos tintos mediante, algo dijo. Eran los tiempos en que se hablaba mucho de los sensores remotos, por medio de satélites se exploraba toda la superficie terrestre y para darle precisión a los relevamientos, movilizaban a ingenieros hacia ciertos lugares donde se extraían muestras de suelo y de minerales, éstos contribuían a perfeccionar los sistemas. En la actualidad los sensores hiperespectrales son mucho más potentes y nuestro país utiliza sus imágenes .
Se puede ampliar este tema en alguna de las innumerables fuentes Argentinas:
Mi curiosidad era tal que le pedía que al menos me diera una mínima orientación, le decía que de todos modos yo era hombre de campo y que los mineros que conocía eran todos gente muy pobre que solo quería saber a grandes rasgos que futuro habría en la zona. Por fin, entre dientes me dijo: aquí tienen uranio, casi a flor de tierra en los cerros del oeste pero es poco interesante, no van a tener minería por mucho tiempo.
Pasaron 30 años y viendo los planos que publica la Jacksongold Ltd. Compruebo la extrema precisión de todo cuanto me informó este viejo y apreciado amigo.
4 comentarios:
Ingnorante de cuarta! Deje de manipular información a su antojo!
Viejo Soberbio! su forma terca de pensar repugna!
Amigos, ¿por que se enojan? aquí no estoy pensando, estoy narrando.
Pregúnten a cualquier integrante de La Barra de los tiempos mencionados, si todo lo que cuento en este blog no fue contado en su momento una y otra vez hasta el cansancio.
¿No reconocen a nadie en la foto?
Me da vergüenza ajena, ver la forma en que "narra" hechos que en el presente se relacionan con la posible explotación de las minas de Uranio. Por otro lado, mucha gente estaba al tanto de la existencia de uranio en la zona, sin necesidad de tener un amigo que sobrevuele la zona. Que barbaro, otra cosa que me indigna, es que mucha gente ignorante piensa que los comentarios de un ingeniero, son certeros, alejados de toda subjetividad, basados en las ciencias. Tan errados se encuentran en su caso, y tanta pena me da, que los medios le hayan dado un lugar. Le cuento que en lugares, como Belen, Andalgala y Santa Maria, siempre aparecia algún "iluminado" a querer hablar de los beneficios de las minas, y los males de las medidas de fuerza. Hoy en dia, se arrepienten al ver la muerte de animales, plantas y la gente enferma! Usted esta a tiempo de corregirse, aunque lo dudo. O por lo menos, no escriba por el afán de mostrar que sabe. Las palabras se las lleva el viento, pero los pueblos tienen memoria. Usted pagará por esa actitud.
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