miércoles, 29 de abril de 2009

78 - La salamanca

Hornos de carbón al norte de Anillaco

Intentamos varias veces llegar a la salamanca de Anillaco, la última vez fue con Nélida, pero en lugar de la salamanca encontramos tres hornos de carbón en forma de iglúes y en uno de ellos cuando nos acercamos filmando, vimos en su interior una mesita de adobes con flores de vivos colores, no se veía en los alrededores indicios de que alguien viviera en semejante lugar, por precaución no nos detuvimos y nos dirigimos al río para ver si encontrábamos el esquivo socavón.

Barrancas del Abaucán en el campo Los Morteros

Al ver las barrancas detuve el cuatriciclo y salté a un lado sin detener la filmación para que se destacara el contraste del escenario agreste por el que veníamos con el verde del río. Nélida también bajó y nos quedamos contemplando la escena de barrancas y caballos pastando en la ribera, pero cuando volvimos al cuatriciclo, nos sobresaltó la presencia de una casa que no la habíamos visto al llegar.

- ¿Y esa casa? Pregunté.

- ¿cómo puede ser que no la hayamos visto? respondió Nélida

Erosiones hídricas

Después de dar un extenso rodeo para evitar unas extrañas formaciones de greda talladas por la erosión hídrica, probamos muchas alternativas para volver a Anillaco evitando el rodeo, cuando de pronto se acabó el camino, quedando atrapados en el extremo de una lengua de greda con barrancas muy profundas a ambos lados. El sol se recostaba en la montaña y estábamos muy lejos de la camioneta. Al ver que el medidor de combustible marcaba medio tanque, se dispararon las alarmas, la luz para seguir el rastro del cuatri se agotaba y no había nafta para un solo error más. Tomamos la decisión de desandar el largo camino de inmediato y tras recorrer 24 km, llegamos a la camioneta con la sensación de habernos salvado milagrosamente de perdernos en ese inmenso campo, desabrigados en una noche fría y en la oscuridad ya que el cuatri hubiera agotado el combustible.

El domingo 19, partimos nuevamente a las 16:30, Edgardo Niz, Marcelo García, Flavio Quiroga y el autor directamente en los cuatriciclos desde Tinogasta. Una vez en el río de Anillaco, comprobamos después de varios y escabrosos intentos de llegar a las barrancas, que los derroteros que llevábamos para encontrar la salamanca, eran errados. Nuevamente se hizo tarde y decidí ir al poblado a preguntar a alguien como llegar a ella. Me acerqué a una ramada y cuando se levantó un hombre advertí que tenía una soberana borrachera, él y sus amigos, no obstante me dio las explicaciones de cómo llegar. Volví donde quedó el grupo y nos fuimos tratando de reconocer las indicaciones, varios intentos más fracasaron hasta que desilusionados emprendimos el regreso, pero viniendo a mi memoria la estrofa de Almafuerte:

No te des por vencido, ni aún vencido,
no te sientas esclavo, ni aún esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y acomete feroz, ya mal herido.....

Decidí volver a buscar al borracho y pedirle que me acompañe hasta la salamanca. Lo convencí y a duras penas subió al cuatriciclo con el torso desnudo, le exigí que se agarrara con fuerza de las barandas, pasé por donde esperaban los otros y sin parar les hice señas de que me siguieran. El camino fue mucho más largo de lo previsto y también tuvimos algunas erradas hasta que por fin llegamos.

Ante el inminente descenso a la salamanca, Niz me pidió que fije la posición con el GPS, cuando trataba de hacerlo un letrero indicaba pilas insuficientes, mientras lidiaba con el aparato comencé a escuchar unos gritos tenebrosos, que parecían una invocación a los demonios, todos habían desaparecido bajando con el borracho por una estrecha hendidura en la barranca, me asomé y ví que parado en la entrada de una gran caverna de unos 6 a 8 metros de altura el borracho levantando ambos brazos y dejando ver grandes tatuajes en su espalda, gritaba desaforado palabras incomprensibles, bajé entonces por la hendidura y me reuní con ellos.

Más adelante nos mostró la tumba de una reina india, que una exploradora europea profanara para robarle la vincha de plata, la difunta sigue en el lugar y unas piedras dan testimonio del sepulcro abierto.

De regreso, ya de noche y con las luces encendidas, el frío nos obligó a ponernos los abrigos de contingencia, con excepción del borracho que desnudo parecía tener suficiente calefacción etílica, el camino era tortuoso y en partes la ruta por donde pasó el Dakar. Me venía contando que en la salamanca hay un horno, que después esta Mandinga y que hay que pasar una prueba, más allá hay guitarras apoyadas en la cueva y por último se encuentran bellas mujeres que invitan gustosas al pecado. Lo dejé en su casa, había sido una extraña aventura...
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Agregado el 14 de mayo de 2009

Segunda visita a la Salamanca, estavez con luz suficiente para tomar fotografías.
Boca de la salamanca (2ª visita). (Posición: S27 52.812 W67 37.313)

En la segunda visita pudimos tomar esta fotografía ya que en la anterior llegamos casi de noche, el pozo a la izquierda de la boca es por donde sale el agua durante las lluvias intensas, ocurre que en esta zona gredosa, a unos 50 metros al oeste, hay una depresión en el terreno donde se escurre el agua de lluvia y al no tener una quebrada de escape al río se formaron tubos subterráneos en capas de material blando por donde se forman vasos comunicantes que tienen su salida por estas bocas. Una prueba para confirmar lo dicho consistiría en que alguien grite en los orificios de carga y tratar de escucharlo en la salamanca. Recomiendo andar con precaución por la zona ya que hay ciertos peligros por las barrancas, pozos y bóvedas ocultas.

Corrección

Horno de carbón (Posición: S27 50.367 W67 37.751)

Creímos que estos eran hornos de ladrillo pero en realidad son de carbón, poseen pequeños orificios a la vuelta en varios niveles para regular la entrada de oxígeno.

Florero y 2 colchones en el interior del horno

Pareciera que estos hornos son utilizados como refugio por gente de la zona y algún visitante tuvo la idea de dejar un florero con coloridas flores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gusto en saludarlo ingeniero. Es la segunda vez que intento llegar a la salamanca y no la encuentro. Podrá publicar las coordenadas que le dio el GPS?
Saludos Cordiales