domingo, 27 de enero de 2008

27 - Los vinos finos

Era casi la una de la madrugada en noviembre de 1994, cuando conversábamos en la esquina de “La bomba” un grupo numeroso de “La Barra”, en ese momento apareció un Renault blanco que pasaba despacio oteando el ambiente y fue a estacionarse en la plaza. De allí se bajó Carlos Arizu, personaje que conocí brevemente unos años antes, cuando me lo presentó su madre que era propietaria de la finca que perteneciera al Dr. Barros en San José. Traía en las manos dos envoltorios de papel de diario y se acercó a nuestra mesa, saludó y preguntó si había algún viñatero en el grupo, pocos fuimos los que levantamos la mano, nos dijo que buscaba voluntarios para probar el comportamiento en Tinogasta de las variedades finas de vinificar. Dio uno que otro vástago a algunos de los presentes y el resto me los dio a mí, eran vástagos de Cabernet Sauvignon y de Merlot provenientes de San Rafael Mendoza.

Poco después fui a la finca Istataco y le dije a mi capataz que un señor pidió que injertemos algunas plantas con estas variedades para vino fino pero como nosotros no teníamos bodega, que injerte solo unas 2 o 3 plantas de cada variedad. Al tiempo volví y cual fue mi contrariedad cuando vi que había injertado 1 surco de 150 m de cada variedad, renegaba tanto que para consolarme el capataz, que solía hacer algún vinito casero, me decía que él me haría unos vinitos para que tome y si las uvas eran tan finas que con más razón saldrían ricos los vinos. Meses después al tiempo de la cosecha, vi que había muchos “tilines” (pequeños racimos) en los injertos y ordené que los cosecharan, salieron 1 canasto de cada variedad y los traje a Tinogasta.

¿Pero qué haríamos con esas uvas? Mí abnegada esposa Nélida tomó una olla y se puso a moler con las manos las uvitas hasta obtener mosto suficiente para elaborar 2 botellas de cada variedad, terminada la tarea puso las 4 botellas sobre un bargueño y nos olvidamos de ellas. Varios meses después, apareció Arizu preguntando si habíamos injertado las púas que nos dio, le dijimos que no solo habíamos injertado las púas sino que ya teníamos el vino hecho. Se lo mostramos, observó el vino en una copa y no podía creer el intenso color que tenía y que pese a la tan precaria elaboración las características anunciaban una perfecta adaptación de estos varietales franceses al clima de Tinogasta.

La primera bodega de vinos finos de Tinogasta

Al año siguiente los dos surcos injertados dan suficiente uva para llenar un tanque de 300 litros de fibra de vidrio en el cual elaboramos las dos variedades juntas. La inversión realizada en total alcanzaba justo 100 pesos de la época. Centenares de turistas de todo el país y muchos extranjeros, así también como alumnos de varias universidades y escuelas locales escucharon esta historia que va más allá de la simple anécdota para adentrase en el terreno de la gestión empresaria ya que demostramos la veracidad de las teorías de Henry Ford desarrollando una bodega que hoy tiene más de 120.000 litros de capacidad sin haber invertido más que lo producido por la misma bodega.

Al año siguiente los injertos dieron más uva y compramos 2 tanques de 500 l de capacidad cada uno donde elaboramos separadas las 2 variedades, teníamos entonces 1.300 litros de capacidad, continuando la progresión hasta el volumen presente.

Al poco tiempo se hizo imperioso trabajar con vasijas más grande ya que habíamos decidido injertar más superficie con varietales finos de vinificar en Istataco, nos arriesgamos a trabajar con un material desconocido para nosotros y trajimos chapas de acero inoxidable con la que construimos 3 tanques de 3.500 litros cada uno utilizando una soldadora común, luego construimos 2 tanques más de 8.000 litros cada uno, pero vimos que la fabricación de tanques seguiría, decidiendo entonces la compra de una soldadora MIG (Metal Inerte Gas) que fue la primera en su tipo en Tinogasta. Se ponía en marcha de esta manera la primera industria colateral a la vitivinícola que ahorró muchísimo capital tinogasteño que de otro modo se hubiera transferido a Mendoza.

Tanques de acero inoxidable de fabricación propia, la estructura de armado y chapas de acero inoxidable.

Arizu necesitaba estos resultados ya que por ese tiempo gestionaba la adjudicación de diferimientos impositivos, es así como llega a Fiambalá el Ing. Centurión para crear la bodega “Don Diego” impulsada comercialmente por su hijo Elvio Centurión quien instaló el nombre de Fiambalá en todo el país y muchos del exterior.

Otro diferimiento que se instaló fue Futuvis en Banda de Lucero quienes apostaron por la variedad Syrah, nuestra bodega le elaboró las primeras cosechas. Por último Arizu asociado con Pedro Vicién crean La bodega Cabernet de los Andes en la finca “Las Retamas” también en Fiambalá.

En el año 2001 estas tres firmas con el aporte de tanques de acero inoxidable y equipamiento por parte de Arizu que todavía no tenían bodega, realizaron una elaboración de las uvas de las 3 empresas más la propia en mi bodega, con la inestimable colaboración de un destacado enólogo mendocino don Rubén Sfragara quien nos actualizó en las prácticas de la moderna enología.

Fabricación de maquinarias

Siendo la molienda de uvas una tarea muy penosa, pronto construimos una moledora de acero inoxidable diseñada y construida íntegramente en Tinogasta:.

Moledora de acero inoxidable construida en la sección metalúrgica

Seguidamente fabricamos una torre de enfriamiento de 20.000 frigorías para lo cual utilizamos el inestimable aporte de Internet y los manuales de innumerables fábricas norteamericanas que ayudaron a dimensionar estas estructuras para lo que son necesarios complejos cálculos de termodinámica.

Todo cuanto se realizó, en todo lo contado en este blog fue ampliamente difundido entre los nuevos bodegueros que en un momento sumaban 24 bodegas, con la esperanza de ver algún día salir a Tinogasta de su estancamiento, se recibieron innumerables grupos de estudiantes y en lo relativo a las fabricaciones metalúrgicas lejos de ocultar las técnicas de fabricación, enseñamos hasta los más intrincados cálculos matemáticos para su dimensionamiento.

Concluyendo una etapa

En 2005 presentamos nuestros vinos en la más importante exposición de América Latina


En “Vinos y Bodegas 2005” en “La Rural” de Buenos Aires, el autor, Felicitas Ilarregui, Nélida Pereyra y el Ministro de Agricultura y Ganadería de la Nación Ing. Campos.

En el año 2006 compartiendo nuevamente escenario con las grandes corporaciones vitivinícolas del mundo, nos presentamos junto con 8 bodegas de Catamarca, 7 de ellas de Tinogasta en esta importante vidriera internacional.


En “Vinos y Bodegas 2006” en “La Rural” de Buenos Aires, Felicitas Ilarregui y Nélida Pereyra promocionando los vinos tinogasteños.

Con este capítulo doy por finalizada la parte cronológica de esta historia, lo que siguió es muy reciente para contarlo aquí. A partir de ahora se tratarán temas independientes y asumo en mi propio nombre la responsabilidad de cuanto exponga.

Si a alguien herí en su susceptibilidad a lo largo del blog le pido disculpas, fue una tarea grata pero realizada sin experiencia.

viernes, 25 de enero de 2008

26 - El Obispo

Antes de iniciar este capítulo debo aclarar algo: cuando inicié este blog no tenía ninguna experiencia en el tema, apenas había visto algunos blogs de temas generales, la idea de contar sobre “La Barra” no tenía ninguna limitación, la idea era contar las cosas hechas y dichas por todos los integrantes, pero con el tiempo me enteré que esto no podría ser. Ya había en todo el mundo un debate que desconocía, donde se cuestionaba la libertad de involucrar a personas sin su consentimiento en un blog. Es más, algunas de las personas que habían sido ya nombradas y sobre todo las que no tienen fácil acceso a Internet se molestaron cuando les informé que los había nombrado. Claro les quedaría la duda de saber que papel tendrían en el blog, a tal punto se presenta este problema que hasta las fotos son consideradas inconvenientes por cuanto pueden comprometer la reserva que desean tener de sus vidas algunas personas.

Es así que casi abruptamente dejé de hacer comentarios sobre los hechos y dichos de otros, circunscribiéndome a contar el tema general y explayarme solo desde mi propio punto de vista o las cosas hechas por mí personalmente, quedaba claro que quien quisiera participar lo podía hacer desde los comentarios o con otros blogs. Estos asuntos que corresponden a la ética, limitaron mucho las posibilidades narrativas. Es por eso que al encarar los hechos en la década del 90 tan ricos en acontecimientos pero tan recientes, trataré de nombrar lo menos posible a las personas.

Una tarde de 1990, estaba en la puerta de “Amigos” cuando una persona conocida del pueblo me invitó al Hotel de Turismo a la presentación de unas computadoras, me interesé y fui, me convencieron de inmediato y me vendieron la primera computadora, una XT actualmente de “museo”, estaba todo su contenido en inglés pero ya había contado anteriormente que los inconvenientes con el idioma que tuvimos en nuestro primer viaje a Estados Unidos en 1981 me habían decidido a estudiar inglés cosa que hice durante toda la década del 80.

Pero quienes compramos máquinas no sabíamos manejarlas, entonces el vendedor puso una academia de computación con un profesor de La Rioja a la que me inscribí de inmediato, a los pocos meses nos recibimos un grupo de personas con entrega de diplomas y todo. .

Foto del evento

Egresados de la escuela de computación en 1990, cada uno con su diploma, al fondo en el centro la dueña de la academia y el profesor Cipitelli .

En medio del curso, nos invitaron a un almuerzo en un local céntrico para homenajear al nuevo Obispo de Catamarca, estábamos en la puerta hasta que nos invitaron a pasar, las mesas eran para unas 6 personas y como había ido con mi esposa y no éramos de ninguno de los grupos presentes nadie nos invitó a compartir la mesa, debiéndonos sentar solos en una mesa para 6 personas. Después de un rato aparecieron en la puerta el dueño de la academia de computación con su esposa y su madre, entonces fui y les dije que si querían compartir la mesa sería muy grato para nosotros. El destino había preparado el escenario justo para el comienzo de una espectacular aventura, que fue involucrando cada vez a más personas de Tinogasta.

Nosotros, ya hacía casi una década que no pudimos interesar a nadie sobre la extraordinaria cantidad de vivencias que cosechamos en ese viaje por Brasil, Venezuela, Curazao, Estados Unidos y Méjico que habíamos realizado en 1981. Pero el destino puso ese día en nuestra mesa a personas con suficiente cultura, gran poder económico y sin prejuicios existenciales y entonces sí pudimos interesarlos en el tema. Al día siguiente fueron a nuestra casa a ver los centenares de fotografías que trajimos y ese mismo día decidimos lanzarnos juntos a una aventura internacional que realizamos en enero de 1991.

Fue el comienzo de una larga y estrecha amistad que nos permitió realizar juntos una cantidad de viajes internacionales inolvidables. Ellos, más jóvenes, siguieron viajando por el mundo hasta conocer los 5 continentes, pero no solo nuestros amigos viajaron, lo hicieron también sus padres y hermanos iniciando el destape para muchos otros tinogasteños que pudieron abrirse a un mundo maravilloso y que ninguna persona debería dejar de conocer.

La mayoría de las fotos de otros países agregadas a este blog han sido tomadas en ese viaje de 1991, y en las que salimos nosotros, tomadas por nuestra querida compañera de aventuras Lily que es una excelente fotógrafa. En esa oportunidad estuvimos en Nueva York, Washington, Orlando y Miami en Estados Unidos y en Las Bahamas. Son fotos de mejor calidad que las tomadas en el 81 por no entender entonces el manual de la cámara que estaba en inglés.

En uno de los primeros capítulos conté que fue por la predica constante del Dr. Samedy que nos largamos a aquella aventura del 81 por lo cual los hechos narrados en este capítulo son consecuencia de ello.

25 - La variedad "Nevado"

Una mañana miraba trabajar la línea procesadora de pasas de uva en mi establecimiento, cuando de pronto comenzaron a caer por una de las 5 boquillas de salida de la tamañadora, unas pasas doradas transparentes que de inmediato llamaron la atención a todos los presentes. Tomé un puñado y noté que además de ser transparentes eran blandas y con un pedicelo muy fácil de eliminar. Con 14 años de experiencia en el tema y conociendo la calidad de las pasas de otras provincias y de otros países no tardé en darme cuenta que tenía en mis manos las mejores pasas de uva del mundo.
Pero ¿de dónde salieron estas pasas? La respuesta tardó mucho en llegar, conté en el capítulo anterior que el INTA con el ingeniero Casas al frente habían realizado un esfuerzo poco común en Tinogasta al difundir unas decenas de variedades de uva sin semilla para pasas y enseñar a los productores las técnicas del injerto en “T leñoso”. En mi viñedo de Medanitos, habían injertado a modo de prueba muchas variedades diferentes entre ellas la que dio origen al “descubrimiento” pero ¿de cual de estas variedades salió esta pasa? Pregunté a los obreros su opinión y me indicaron una variedad que de inmediato multipliqué pero al año siguiente demostró no ser la buscada.

Pasas de uva variedad “Nevado”

      El problema se agravó cuando extendimos las uvas controlando el origen varietal y sin embargo no obtuvimos pasas transparentes. La solución vino de la mano de un miembro de La Barra también viñatero, “Pajarito” Olmos (padre). Olmos conociendo el esfuerzo que hacía por encontrar el origen de las pasas transparentes aportó un dato esclarecedor, un día se presentó trayendo en la mano una bolsita llena de pasas transparente, sin elaborar.

-    Pero de dónde sacó estas pasas don Olmos? Le pregunté sorprendido- ¿Sabe por que son transparentes?, explicó, porque las sequé en una galería...

     Olmos había descubierto la clave, las pasas se obscurecían con el sol y nosotros no obteníamos pasas transparente por la práctica de “dar vuelta las pasas” que se hace en la mitad del desecado, las primeras que vimos caer de la tamañadora eran transparentes porque se habían extendido temprano con mucho calor y se secaron rápido sin darlas vuelta, las pasas de abajo, contra las cartulinas en el suelo, salieron transparentes.
Identificada la variedad y que es lo que las hace transparente, se presentaba un nuevo desafío: como lograr que todas las pasas salgan transparentes. Comenzó otro largo camino donde participaron todos los miembros de la barra, los principales interesados en el tema eran Luis Castaño y el Ing. Jais un nuevo y muy apreciado integrante de la barra, que lamentamos profundamente dejara este mundo teniendo todavía tanto para dar.
Resulta que el gobierno de Catamarca había hecho unas cuantas paseras de unos 10 m o menos con 4 o 5 planos de malla donde los productores extenderían sus uvas para el secado, pero quizás quienes recibieron estas pasera no tenían la variedad Nevado, de todos modos estas paseras no me servirían a mí por la cantidad de pasas que ya en ese tiempo estaba produciendo.
Un productor de Tinogasta había construido una pasera de alambres de 25 m según un modelo desarrollado en Tucumán, era justo la idea que estaba desarrollando para construir una pasera de 100 m de largo, se hablaba que habían tenido problemas y fui a visitarlos. Quien me recibió me dijo: “nosotros no mostramos nuestros fracasos”. Le expliqué mi proyecto y que no debería tener problemas, que si me la mostraba quizás podría ayudarlo, a regañadientes me dejó entrar. Dos cabezales distantes 25 m tenían varios alambres tensados con criques donde colgaban los racimos y sujetados con una rienda a enormes bloques de cemento que se habían levantado del suelo cuando por accidente se mojó el suelo. Le dije que el problema no era la carga de uvas sino la tensión sumada de todos los criques que era exagerada e inútil, le pedí una pinza y que bajo mi responsabilidad le desataría un alambre para demostrarle que podría sostener el tendido con los dedos, cuando desaté el alambre una exclamación de sorpresa surgió de los presentes.
Intentaré explicar en forma simple algo que no pueden aceptar la mayoría de las personas: si tenemos un alambre de cualquier largo que sea, inclusive cientos de kilómetros como los tendidos eléctricos de alta tensión, los apoyos, en este ejemplo las torres van descargando el peso del cable al suelo y si ponemos cargas a ambos lados de un apoyo, si cargamos la mitad derecha del claro de la izquierda y la mitad izquierda del claro de la derecha es obvio que las tensiones en el alambre se contrarrestan y el apoyo transmite al suelo toda la carga vertical o sea el peso.

Pasera de 100 m en finca Istataco en Medanitos
Sobre esta pasera cargamos 16.500 kg de uva, los claros no llegan ni a arquearse en forma apreciable y la estructura esta sostenida con dos riendas simples a un durmiente enterrado en el suelo. Esta pasera fue construida en 1992 o sea que lleva 16 años produciendo las pasas “Nevado pasera” de excelente calidad. Quien desee profundizar el análisis matemático previo al dimensionamiento de estas estructuras el tema se llama “catenaria” cuya ecuación fue desarrollada por Johann Bernoulli en 1691, sirve para calcular la tensión en el alambre que produce una carga sobre los claros.
 Vista del canchón con la pasera de 100 m a la izquierda

Este capítulo algo técnico sirve para evaluar las infinitas posibilidades que se abren con la participación y discusión de los temas ya que crean una causa común y cada uno aporta su granito de arena para lograr realizaciones innovadoras.

miércoles, 23 de enero de 2008

24 - Los ochenta

Al comenzar el blog anticipé a los amigos que intentaría contar la historia de “La Barra” en 20 capítulos, llegamos al 23 y no pudimos salir de la década de los 70. Es cierto que salimos de la cronología en varias oportunidades pero era una forma de quebrar la monotonía de una historia que interesaría principalmente a los miembros actuales, pero con el tiempo advertí que hay muy pocos con conexión a Internet por lo que maticé con narraciones interesantes de viajes internacionales que son de de interés general.

Para avanzar a la actualidad debo contar una década por capítulo y los 80’ se puede decir que todo cambió para el grupo, se había cerrado la confitería “La Americana” donde nos reuníamos y comenzamos un largo peregrinar por diferentes lugares, fuimos a la confitería “Amigos” de los hermanos López donde pasamos varios años, luego cambiaron de rubro y fuimos a la de Santiago Aguilera, en 1983 falleció mi padre, antes había fallecido otro grande de las discusiones, Guillermo Baracat Addad y así siguieron apareciendo cada vez menos veteranos en las fotos. Pero “La Barra” siguió adelante con la incorporación de una nueva y numerosa camada de integrantes, para citar algunos, se agregaron personajes como Luis Castaño, Overdan Ferreyra que reemplazó a su padre que también era miembro de La Barra y muchos otros de aproximadamente esa edad.

En Tinogasta, en los 80 se profundiza una campaña de reconversión vitícola que había iniciado un tiempo antes la Agronomía de Zona, con los ingenieros Evans y Sosa, el enólogo Luis Cuello y el principal práctico en injertación don Ramón Mamaní, seguida posteriormente por el Ing. Jorge Casas, estos últimos transferidos al INTA desde donde propagaron por todo el departamento la colección de uvas sin semilla del Ing. Gargiulo de Mendoza.

En 1984 un creciente feroz golpea a Medanitos quedando el lecho del río varios metros por debajo del nivel de las acequias, un aluvión nos tapa gran parte de los viñedos.

Aluvión en Istataco

El esquinero que se ve en 1º plano debía estar a 2,10 m del suelo quedando tapado el parral a la altura del follaje. Al cortarse el riego por 7 meses perdimos gran parte de los cultivos. Era presidente Alfonsín, quien envió un crédito blando para la zona de emergencia a través del banco de Catamarca. Pero en la provincia gobernaban los peronistas Saadi.

Siendo nosotros los principales afectados de Medanitos y contradiciendo mis teorías de que jamás se deben sacar créditos, me presenté, sobretodo teniendo en cuenta que la finca Istataco era una propiedad indivisa y vulnerable por el fallecimiento de su principal dueño don Humberto Cuello. Pero ¡oh sorpresa! cuando hablo con el gerente me dice que la partida se había agotado, no quedando ni un centavo para nosotros. A los días comenzaron a llegar autos 0 Km que compraron personas de Tinogasta afines al gobierno “justicialista” con el dinero enviado por Alfonsín para la zona de desastre.

Lo anterior precipitó la sucesión y división de la finca, retornando en 1986 justo 10 años después de que me habían “despedido” de mi trabajo en 1976 cuando había alcanzado a producir casi un millón de kilos de uva gracias a una duplicación de los viñedos y la compra de 3 tractores, una topadora, una cosechadora, galpones y varios vehículos, realizadas durante mi gestión como gerente desde 1970 hasta 1976.

Una vez en posesión de mi parte en 1986, puse un tractor a sacar la tierra del aluvión de 4 cuarteles afectados, tarea que duró 6 años. Al mismo tiempo y en razón del bajo precio de la Cereza, realizo una injertación de 7 Has de blancas sin semilla, que se siguió repitiendo en los años siguientes hasta erradicar toda la uva Cereza.

Istataco, 1986 iniciamos la tarea de sacar la tierra del aluvión.

En Tinogasta, en 1986 comenzamos a trabajar la pasa de uva para una firma exportadora de Mendoza lo que me posibilitó trasladarme al nuevo establecimiento y financiar las cuantiosas inversiones en la finca Istataco. Una vez en el nuevo establecimiento comencé a trabajar para la poderosa empresa Nucete de Aimogasta que compraba la totalidad de la producción del departamento para exportarla al Brasil.

Una gran cantidad de innovaciones fueron necesarias para poder trabajar hasta el nivel de fraccionamiento unos 600.000 kg de pasas por año a veces en tres turnos las 24 horas del día.

Fue necesario contar estas realizaciones personales para que se entienda lo que sucedió en la década siguiente cuando desarrollamos la variedad “Nevado” y la pasera de 100 m de largo donde intervino toda La Barra en su diseño.

Así terminaba una década de cambios profundos tanto para el grupo como para Tinogasta.

sábado, 12 de enero de 2008

23 - La foto

Habiendo viajado a la ciudad de Buenos Aires y encontrando por fin la foto de “La Barra” que quería agregar al principio del blog y que tanto busqué sin encontrarla en Tinogasta, decidí publicarla como un nuevo capítulo en lugar de avisar que la agregué en el capítulo (4) Los discursos, donde correspondía ir por los temas que se trataron en ese capítulo.

Haré una breve semblanza de cada uno de los personajes que aparecen en la foto tratando de reflejar el tiempo vivido, lamentando que había más personas pero que no aparecen en la
imagen.

Hotel de Turismo año 1974

La Barra, tradicionales cenas en el Hotel de Turismo año 1974, de izquierda a derecha: Faruk Cabur (recortado),Pedro Laluf, César Cuello, Humberto Orquera, “Negro Saleme” (oculto), Carlos Navas, ¿?, Armando Agüero, Roberto Sarquís, Carlos Capardo, Humberto Cuello, Alberto Villacorta, José Herrera, Mustafá Assad, José Herrera y Eduardo Herrera.

Faruk Cabur era un activo comerciante, continuador de su padre de origen libanés. Manejó distintos rubros, en la época del “rodrigazo” poseía una casa de electrodomésticos pero las vicisitudes de un país imprevisible lo perjudicaron apareciendo al tiempo con otro rubro.

Este pintoresco personaje ha sido nombrado varias veces en este blog ya que es con quien más discutimos de religión, siendo musulmán junto a Pachá, que no sale en la foto, chocaba constantemente con una mayoría agnóstica o decididamente católica.
Contaba que su padre entre tantas cosas que vendía tenía bajo un mostrador damajuanas con un vino mal elaborado que explotaban con estruendo, era tal el temor de acercarse por esa parte que solo una empleada entrada en kilos tenía el suficiente coraje para arrastrarlas con un bastón y animarse a sacarles el corcho para tirar el vino y así poder vender la damajuana vacía.

Siguiendo por la izquierda se encuentra “Pico” Laluf, hijo de Pedro “Pipo” Laluf que en ese tiempo era el empacador de pasas más grande de Catamarca con varios establecimientos agroindustriales que daban trabajo a unos cien empleados.

El siguiente, el autor del blog junto a Humberto Orquera y a Armando Agüero (primero de la derecha al fondo), conformamos el grupo del Centro de Viñateros que produjo los imprevistos resultados narrado en el capítulo (2) Del truco al debate. Orquera fue una persona de importancia para el autor ya que en el año 1976 tras una situación desafortunada, mi padre y mi hermano me separaron de la sociedad familiar a la que había entregado todo mi esfuerzo, enterándome de tal circunstancia en una institución bancaria. Ayudándome a superar este incidente, Orquera me dio trabajo en su finca de La Puntilla donde me desempeñaba como obrero clavador de cajones hasta que por fin decidimos la construcción de maquinarias procesadoras de pasas que tenía planificadas con lo que inicié mi propia empresa.

“Negro” Saleme, agricultor y minero, trabajaba las famosas canteras de mármol ónix en La “Coipa” más allá de Chaschuil en la Cordillera de Los Andes. Orador vehemente, se destacaba por tratar sobre toda clase de temas, característica heredada por su hijo Pedro Saleme.

Carlos Navas Guerrero, sanjuanino, llegó a Tinogasta como gerente de “Bodegas y Viñedos Santiago Graffigna SA”, más adelante intendente de Tinogasta, también vehemente orador y muy activo participando en toda clase de eventos del departamento.

A la derecha al fondo Armando Agüero, de quien ya se hicieron referencias en varias partes del blog. Fue director de escuela, comerciante y viñatero. Gran orador, ambientalista y escritor, tanto dentro de “La Barra” como fuera de ella sus discursos estuvieron presentes en casi todos los eventos sociales.

Roberto Sarquís, importante comerciante que en un momento fue propietario de casi la mitad de la calle principal próxima a la plaza, su hijo “Negro” Sarquís también presente en esta cena pero no sale en la foto, fue parte de la sangre joven de La Barra que alegraba con su humor las largas noches de discusión y los periplos por lugares insólitos como la mina de “los Aparejos” en la alta Cordillera donde también fue Navas, Sierralta, el autor y otros amigos.

Carlos Capardo, oriundo de Santiago del Estero, director de la Escuela Industrial, miembro infaltable de La Barra, excelente amigo y persona.

Humberto Cuello, decano de La Barra, inició el emprendimiento agropecuario “Istataco” en Medanitos, venciendo al bravío río Abaucán con una técnica nueva en la zona.

Jacinto Villacorta, bancario, otro miembro infaltable de La Barra, de un humor sutil y sagaz, lo recordamos siempre como un gran amigo.

José “Yusi” Herrera, comerciante, político (fue senador provincial) y viñatero, miembro consuetudinario de La Barra.

Mustafá “Chacho” Assad, comerciante y político (fue concejal de Tinogasta).

José Elías Herrera, comerciante, industrial, político (fue diputado provincial).

Eduardo Herrera, hermano del anterior y miembros de una importante familia de comerciantes e industriales del departamento.

Como fue dicho en los primeros capítulos, esta foto muestra el hecho poco común, sobre todo si lo referimos a la actualidad, de la integración en un único grupo de varias generaciones. No solo tenía la ventaja de ser una forma de transmitir experiencia desde los más viejos a los más jóvenes, fuera del ámbito familiar, sino la de que todos eran protagonistas y no solo espectadores.

Esta foto correspondía al capítulo de “Los discursos”, porque era norma que a los postres, todos, sin excepción, debían pronunciar algunas palabras, era como una escuela de integración social, como un preparatorio para que los jóvenes ingresemos a la vida por la puerta del diálogo, la convivencia civilizada, las pautas mínimas de buena educación, todas las virtudes, lamentando decirlo que hoy parecen haberse perdido.

Otra cosa que se deduce y lo revela el blanco y negro de la foto, es que en aquella época no había llegado la televisión a Tinogasta, ésta según la opinión de muchos fue la causante de la desintegración de la vida social en nuestro pueblo. Nuestra barra sobrevivió por algo que es difícil de aceptar para muchos pero de lo que tengo pleno convencimiento: no es lo mismo ser protagonista que espectador. La televisión puede tener un bue programa pero es una calle de una sola mano. El diálogo entre amigos es una avenida en la que se interactúa y se aprende hasta de los propios errores, más allá de lo intrascendente que pudiera ser el tema tratado.

Yéndonos atrás en el tiempo, recordamos que a los bailes en los clubes concurría toda la familia: los abuelos, los padres los hijos, los nietos, todos nos divertíamos por igual.

Club Juventud Unida año 1952

Baile en el Club Juventud Unida año 1952, abuelos, padres, jóvenes y niños compartiendo la velada.
De alguna manera era una sociedad jerarquizada, la juventud actual, se avergüenza si el padre entra a buscar a su hija en un “boliche” y dentro del boliche bailan suelto creyéndose muy “piolas”.

Salió en el diario la vez pasada, una entrevista que le hacían a una importante ejecutiva norteamericana que viajaba frecuentemente a Argentina a bailar tango, le preguntaron cual era el motivo de hacer estos viajes tan sacrificados a lo que contestó: porque bailando tango me siento por fin entre los brazos de un hombre. La entiendo a esta señora porque a nosotros nos gustaba muchísimo abrazar por la cintura a las esculturales chicas de la época.

Alguien dirá que cada época tiene sus costumbres lo que es cierto, pero la juventud actual, no toda, manifiesta pertenecer a una sociedad desvirtuada, como si los mayores no hubieran podido o sabido transmitir valores elementales de educación y respeto. Los más de 50 insultos con palabras soeces que enviaron a este blog, supuestamente jóvenes ya que me tratan de “viejo” y no pongo los adjetivos, no solo hacen quedar muy mal a Tinogasta sino a sus padres porque quizás ese vocabulario inmundo que utilizan sean las palabras corrientes en sus hogares.