jueves, 19 de febrero de 2009

70 - La industria de la pobreza

Ya está claro según puede leerse en gran cantidad de medios, que la mal llamada democracia ha sido desnudada como una forma de clientelismo perverso, que no repara en acciones muy pero muy dañinas, con tal de lograr que las masas sometidas, respondan en las elecciones para asegurarles el puesto público a una minoría de parásitos que han hecho de la política su medio de vida.

Todos los representantes de esta clase oprobiosa de degenerados políticos, cultivan un discurso donde siempre están presentes las expresiones “justicia social”, “redistribución de la riqueza”, “los más necesitados”, “los más vulnerables”, etc. sin decir la verdad de que la única forma de combatir la pobreza es produciendo más riqueza. Pero no se conforman con mentir alevosamente sobre el origen verdadero de la pobreza, o sea ellos mismos, la pobreza real se extiende como una mancha, junto al mapa de la ignorancia destruyendo los cimientos mismos de una patria traicionada.

Se acercan las cosechas y cada vez es más difícil encontrar obreros porque temen perder el plan social si tal o cual puntero políticos los sorprende trabajando. Además en los comienzos de la vendimia, donde hay que levantarse temprano, no encuentran mejor manera de intoxicar la mente y el cuerpo de los tinogasteños que trasnocharlos en un festival mal llamado de “La Vendimia” cuando en realidad ya no han quedado viñateros en el departamento y los pocos que a duras penas conservan alguna viña no tienen nada que festejar, habida cuenta que “producir” se ha borrado del diccionario local para dar lugar a las formas más abyectas de entregarse a la dádiva y al facilismo.

Si todavía quedaran suficientes viñateros en Tinogasta deberían exigir que cambien el nombre a este festival, ya que produciendo menos de la décima parte de uva que Chilecito, no tiene sentido un festival con ese nombre. A juzgar por la realidad debería llamarse “Fiesta de la Vagancia” o “Fiesta del Ñoqui” o "Festival de la licencia médica"o quizás "Festival del huelguista". Otro nombre que vendría acorde a la realidad es “Festival del mal educado”, ya que las reglas universales de la buen comportamiento en sociedades civilizadas, establece claramente que en primer lugar esta “el otro” y en Tinogasta, al bloquear casi en forma total durante semanas, las cuatro calles de la plaza principal, lo que se están diciendo es “primero yo” y el otro que se embrome.

Innumerables comentarios dan cuenta de la barbarie que significa haber hecho esto y la ausencia total de autoridad para establecer un orden elemental en el pueblo. Hasta se habló de una persona que no la dejaron pasar a la farmacia de turno que estaba en el perímetro bloqueado. Los “ranchos” que siguen después del festival, ponen a la gente sobre un pavimento caliente y lejos de justificar lo popular de estos lugares de encuentro gastronómico, solo manifiestan la escasa calidad cultural y el nulo respeto por los demás de los organizadores.

Alguien dijo que en Cosquín también hay una plaza festivalera que se bloquea, pero no es la plaza principal de esa localidad, y aunque también me parece mal, tienen el atenuante de ser un lugar exclusivamente turístico, donde gran parte de los presentes fue a entretenerse, mientras que en Tinogasta fue y debiera seguir siendo un lugar productivo y los ruidos a altas horas de la noche que no dejan descansar al que trabaja o al que tiene que estudiar, muestran a las claras la cara corrupta de una sociedad insignificante. Quien haya salido de Argentina alguna vez sabrá que en el resto del mundo y comenzando por el vecino Brasil a las 9 de la noche no queda un alma en las calles, porque en todas partes se tiene claro que hay que levantarse temprano para hacer más grande su país.

Los festivales y los “ranchos” deberían estar en un club o lugar a propósito, limpio, higiénico, estético y alejado del centro, dejando la plaza para el pueblo, que son todos los tinogasteños y no solamente los que nada tienen que hacer al día siguiente, respetando las leyes y la Constitución Nacional, sin molestar a los demás como hacen en Mendoza, donde la fiesta de la Vendimia, que allí si se justifica porque son los principales productores de la industria vitivinícola del país, su fiesta la realizan en el anfiteatro Frank Romero Day en el “Cerro de La Gloria” a varios kilómetros de la ciudad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Exelente tus comentarios.

Ya estamos en el año 2009 y todavia sigue la ignorancia ,creo que hay que hacerlos comer libros y meterles el mata burro ( o sea el diccionario),asi nos decia el profesor de castellano alla por los años 1967,el profesor Varela que era tambien mi vecino.Bueno te felicito por lo tan interesante tus temas y segui adelante .

Un abrazo desde Alamos,tu amigo,