sábado, 19 de abril de 2008

34 - El fin del mundo

A medida que nos acercábamos a destino, las turbulencias que sacudían el avión eran cada vez más fuertes, se estremecía tanto que por momentos nos separábamos del asiento para caer bruscamente en él una y otra vez, aferrados a los apoyabrazos, el crujir del fuselaje se confundía con los gritos de los pasajeros, el comandante pedía calma y anunciaba el inminente aterrizaje.

Fue un descenso abrupto, las ruedas del tren de aterrizaje rebotaban de un lado y del otro hasta que por fin la nave pudo asentarse y carretear, el comandante habló informando que las condiciones del viento superiores a 100 km/hora hubieran lanzado el avión a las aguas de la bahía de Ushuaia de no haber existido el nuevo aeropuerto internacional en dirección este – oeste que había sido inaugurado poco tiempo antes.

Al abrirse la puerta trasera del avión que contaba con una escalerilla y comenzar a descender los pasajeros, el viento era tan fuerte que al soltar el pasamanos nos lanzaba contra una red formada por gendarmes tomados de la mano en semicírculo que atajaban a las personas y sus pertenencias que pese a todo, algunas maletas eran arrancadas de las manos y volaban por el aire o se arrastraban por la pista desparramando su contenido hasta caer en las aguas del canal de Beagle.


De esta manera iniciábamos nuestra imperdible visita a Ushuaia la “ciudad del fin del mundo”.

Cartel en Ushuaia

Tras recorrer la ciudad llegó la noche y la primera sorpresa, eran las 23 horas y todavía se veía el resplandor del sol en un cuarto del cielo dejando el otro cuarto del sur en penumbras y la mitad del norte totalmente obscura.

En una hermosa noche visitamos un casino donde las paredes estaban repletas de whiskies de todo el mundo, al pedir una medida, la bella señorita que nos atendía se sorprendió de la marca nacional que le pedí (en la suposición que las otras marcas fueran muy caras) pero trajo la solicitada, al rato pedí otra medida y cuando le confirmo la misma marca la señorita me dijo:

- Disculpe señor, pero quizás usted no sepa que Usuhaia es una zona franca, es un área aduanera libre de impuestos por lo que todos los whiskies valen lo mismo.

- No me diga le contesté y ¿cuál me recomienda?

- Pruebe éste me dijo, trayéndome una famosa marca que tiene solo dos letras.

Aprovechamos para probar varios escoceses, al salir estaba nevando.

Vista de Ushuaia desde el canal de Beagle

Al día siguiente fuimos a la estación del “Tren del fin del mundo”,en el que los presos de la “Cárcel del fin del mundo” ahora “Museo del fin del mundo” iban a talar bosques, entre los presos famosos que estuvieron en esa cárcel, según nos informaron, figura nada menos que Carlos Gardel, compartiendo escenario con personajes macabros como el “Petiso Orejudo”. Pero bueno es decirlo no pareciera seguro que el Zorzal Criollo hubiera estado allí, más lo atribuyen a una leyenda para atraer turistas que a la realidad.

Estación del “Fin del mundo”


El tren recorre unos hermosos paisajes pero de pronto se ven árboles secos, explicándonos que es el efecto de un grave error producido a mediados del siglo pasado cuando trajeron castores de Canadá para impulsar la industria peletera, pero en Tierra del Fuego no existían los depredadores naturales, lobos y osos, multiplicándose entonces los castores sin límite, dañando el ecosistema ya que roen los troncos de "lengas" y otros árboles y por los diques que hacen estos animales para proteger sus madrigueras que inundan los valles pudriendo las raíces de los árboles.
Parada del tren del “Fin del mundo” en un paraje de Tierra del Fuego

También visitamos el lago Fagnano, al regresar de este espectacular paseo paramos a almorzar un riquísimo cordero patagónico en una posada en medio del campo, todos los participantes nos sentamos a una larga mesa, en frente mío estaban dos chicos con una señora muy elegante y buena moza que parecía ser su abuela, como los chicos no hablaban nada se me ocurrió decirle a la señora:

- ¡Que calladitos son los chicos!

- Es que son muy educados, me respondió la señora.

Me quedé pensando..., ellos si lo eran.

Vista del lago Fagnano



Para el recuerdo en el Lago Fagnano

Otro día nos embarcamos hacia el canal de Beagle, íbamos a conocer el faro del “Fin del mundo” en alusión al libro del mismo nombre de Julio Verne.

Navegando por el canal de Beagle gran cantidad de pingüinos y focas.


Faro del fin del mundo a la derecha



Otra vista del faro del “Fin del mundo”

Es posible que todo lo que se da en llamar “Fin del mundo” provenga de la obra de Verne.

viernes, 21 de marzo de 2008

33 - Bajo el agua

Acapulco, observaba el mar avanzada la tarde, no sospechaba que minutos después comenzaría una de las má excitantes aventuras jamás vivida y que condicionaría las décadas siguientes.

Un mejicano andaba invitando gente a participar del último tour de buceo del día, como hablaba castellano acepté aclarándole que no tenía la menor idea de cómo bucear. En un ómnibus nos llevaron a un muelle donde una embarcación estaba llena de equipos de buceo. Cuando subimos me di cuenta que todos, gente mayor hombres y mujeres, eran norteamericanos y el mejicano comenzó a explicarles en inglés paso por paso como debían proceder durante la inmersión. El asunto es que ya íbamos llegando al lugar y como en ese entonces no sabía nada de inglés le dije al mejicano:

- Señor, yo no entendí nada, usted dijo que iba a explicar en castellano también.

- Si pero eres el único que hablas español, no te preocupes vas a venir conmigo.

Tiró al mar a todos, unas 30 personas y me puso el tanque de aire comprimido a mí, me acomodó un cinturón lleno de plomos para que me sumergiera y solo me advirtió que al volver a la superficie lo haga con una escala para descomprimirme.

Me sumergí casi 14 metros de golpe, el dolor en los oídos por la presión era terrible pero pronto pasó. El encuentro con el mundo submarino fue extraordinario, como tenía “patas de rana” con pequeños movimientos avanzaba distancias considerables, sin gravedad veía pasar el paisaje del fondo marino sin hacer ningún esfuerzo, estaba repleto de especimenes extraños de todo tipo forma y color, cada tanto se presentaban cardúmenes de peces transparentes que me observaban de frente como delgadas laminitas con un ojo a cada lado, cuando intentaba tocarlos se ponían todos de costado mostrando su forma elíptica. De pronto apareció el mejicano que me señalaba un objeto negro lleno de espinas, ¡OH! cuando quise tocarlo.. el bulto salió corriendo levantando una gran “polvareda” a su paso, era un erizo de mar. Estuve sumergido unos 30 minutos y me indicaron que debía salir por cuanto quedaba poco aire en el tubo.

Muchos años después y habiéndome sumergido en cuanto lugar pude, me ocurrió un hecho insólito, estaba en la isla Cozumel en Méjico y nos sumergimos con un compañero de viaje, en eso encontramos una caverna submarina, nos adentramos hasta llegar a un espacio bastante grande que presentaba una salida distinta del ingreso por donde entraba luz pero ¡OH sorpresa! había un tiburón, era mediano y parecía asustado, nosotros seguimos como si no lo hubiésemos visto hasta alcanzar la salida, a los pocos metros ¡OH nuevamente otra sorpresa!, había un enorme Cristo en el fondo del mar y muchos buzos arrodillados rezando, más allá una virgen.....




El Cristo de Cozumel (1)

Al día siguiente fuimos a Islas Mujeres, alquilamos un auto eléctrico con el que recorríamos las playas:Auto eléctrico, al volante Nélida Pereyra (¡Que peligro!)
En un lugar un cartel hacía referencia a los tiburones, bajamos, nos sumergimos y sacamos un tiburón del agua:
Levantando un pesado tiburón en Islas Mujeres

El bicho era pesado y mi expresión es por la impaciencia de ver que no terminaban de sacar la foto, tanto gritaba que el tiburón se enfureció y nos pego un tremendo coletazo.
Un tiempo después estábamos en Trelew, Chubut, para poder bucear en Puerto Madryn tuvimos que alterar una excursión, madrugamos, fuimos a pié hasta una terminal de ómnibus viajamos 60 km, caminamos hasta un muelle, tomamos una lancha, nos pusimos trajes de neopreno y por fin llegamos mi esposa, una bióloga marina, el instructor y el autor.

Fui el primero en sumergirme, era un lugar lleno de peces algunos bastante grandes y mansos algo difícil de encontrar, había mucho que ver en el fondo marino pero como siempre algo extraño tiene que pasarme, al acercarme a unas rocas una potentísima luz me encegueció, ¡Caramba...que es esto, estoy en el fondo del mar que puede haber sido eso...! retrocedí hasta que el guía me tomó de un brazo y me corrió para un costado, en eso ascendía una medusa, un ser extraordinariamente bello y justo cuando pasaba delante mío otro fogonazo de luz colmó mi capacidad de asombro.

Una hermosa medusa, atrás el autor a la izquierda el guía.

Cuando emergimos el guía me pidió en secreto que no les diga a los otros que en el fondo del mar está escondido un fotógrafo.

Seguidamente se sumergió mi esposa que lo hacía por primera vez con equipo de buceo ya que con snorquel lo había hecho en muchísimos lugares


Un pez bastante grande atrás Nélida Pereyra y el instructor.

Contar todas las anécdotas de nuestro peregrinar submarino nos demandaría decenas de páginas, además no poseemos equipamiento para fotografía submarina es por eso que la foto (1) el Cristo de Cozumel no es foto del autor y si alguien se siente molesto por haberla utilizado me lo dice y la elimino.

jueves, 20 de marzo de 2008

32 - En el aire

Con unas 20 primaveras, en una base militar, me acerqué al mundo de los aviones, iniciando una larga serie de aventuras en el aire.
Caza a reacción Morane Saulnier

A la izquierda el autor con el paracaídas puesto que hace de asiento en el caza a reacción Morane Saulnier, adelante iban los pilotos y atrás un riojano y yo. Encendieron los reactores y rápidamente tomamos altura, como seguramente los abrumaríamos con nuestros expresiones de emoción en este primer vuelo y advirtiendo nuestra tonada norteña, los pilotos comenzaron a hacer acrobacias de todo tipo con el fin de asustarnos. Comenzaron invirtiendo el avión con lo que en lugar de mirar el cielo veíamos la tierra abajo, lo estabilizaron preguntándonos si nos había gustado. Si, si.. le dijimos, acto seguido hicieron un “looping”, la fuerza centrífuga de este giro vertical nos aplastó contra los asientos (nuestros paracaídas), y el riojano empezó a sentir el efecto de estas bruscas maniobras, siguieron “tirabuzones” y otras piruetas hasta que llegó lo peor.

Uno de los pilotos dándose vuelta nos preguntó:

- Muchachos, ¿quieren que peguemos una frenada en pleno vuelo?

- ¡AH!... que pícaros que son..., van a frenar un avión, ja ja claro ¿freno de avión es como timbre de mausoleo no?

- ¡HEY!... que graciosos que son... ¿así que según ustedes el avión no tiene frenos..?
-Ja ja ¡claro.. es como bocina de avión!

-¡AH!... pero que graciosos estos norteños, dijo un piloto, ya van a ver lo que les va a pasar...amenazó.



Tablero del Moran Saulnier
- Miren la parte de atrás de las alas, vamos a sacar los “spoilers” y los “flap” dijo uno de ellos, nosotros creíamos que era otra broma más.

- Pero antes observen el altímetro dijo, señalando uno de los tantos chirimbolos del tablero.
Marcaba 6.500 metros de altura y viajábamos a unos 700 kilómetros por hora. La aplicación de estos spoilers fue tan brutal que las correas de los paracaídas que nos cruzaban el pecho, prendidas a la cabina por nuestras espaldas, se hundían en la poca carne que teníamos en esa época. Era tan brusca la desaceleración que la presión de las correas no nos permitía respirar y el riojano comenzó a ponerse colorado, no aflojaban el frenado, cayendo la máquina vertiginosamente hacia el suelo. A pocos metros de un aparente impacto quitaron los spoilers y aceleraron al máximo, trepando el caza nuevamente a toda velocidad. Lamentablemente mi compañero no aguantó más y pidió que de inmediato lo devolvieran a tierra y de esa manera terminaba anticipadamente el bautismo en el aire .

En otra oportunidad, viajaba en un Avro de Aerolíneas Argentinas que debía hacer escala en Córdoba para reabastecer combustible pero cuando llegamos, ya de noche, el avión daba vueltas y vueltas al aeropuerto pero no aterrizaba. Los pasajeros comenzaron a murmurar y se percibían señales de desasosiego. Como iba en una ventanilla y era un viajero frecuente notaba algo raro, la pista no estaba iluminada. De pronto la voz del comandante descargó la adrenalina, dijo: ”...señores pasajeros, el comandante les informar que el avión se esta quedando sin combustible... no pudimos aterrizar por cuanto un pirata aéreo ha secuestrado un avión de Austral y exige que las luces de las pistas permanezcan apagadas, pedimos que iluminen una pista lateral con balizado manual pero la tarea va lenta y deberemos aterrizar de cualquier modo”. “Tripulación: prepararse para un aterrizaje de emergencia, rogamos tranquilidad a los pasajeros”.

A partir de ese momento el avión se transformó en un caos, gritos desgarradores partían de diferentes asientos, lamentaba viajar solo porque me hubiera gustado descargar la angustia contenida, pero percibir el miedo que se iba apoderando de la gente, me llevó a exigirme autocontrol. ¡No puede ser que haya llegado mi hora! pensaba, vamos a poder aterrizar, afrontaba la situación con coraje pero tenso. Algunas personas reclamaban calma a los gritos, pero había mujeres que lloraban. Por fin el avión casi en plena oscuridad tocó tierra sin mayores problemas, en una pista secundaria vinculada a la cabecera de la principal. Pero la tranquilidad del aterrizaje iba a durar poco.

Como el avión detuvo los motores y hacía calor, abrieron una puerta delantera, nadie podía bajar porque no había escalerilla. A partir de ese momento comenzó dentro del avión una serie de sucesos, un hombre alto y corpulento se paró adelante, dijo pertenecer a los servicios secretos y que conduciría la situación, como pronto apagaron las luces interiores del avión apenas si lo distinguíamos. El comandante cada tanto daba un parte, a través de azafatas de lo que le transmitían de la torre de control, dando cuenta de la situación caótica que había en el aeropuerto ya que las negociaciones con los secuestradores no avanzaba.

Transcurrían las horas y el supuesto “agente” había dicho tantas cosas acerca de los posibles desenlaces del secuestro que no sabíamos si debíamos tranquilizarnos o preocuparnos. De pronto se encendieron las luces de la pista principal y se informó que el avión de Austral despegaría con un grupo de secuestradores a bordo. El avión recorrió toda la pista lentamente sin levantar vuelo con luces delanteras potentes, cuando iba llegando al lugar donde estaba el nuestro, el “agente” dijo que al vernos podrían ametrallarnos por lo que nos obligó a tirarnos a todos en el pasillo, fue tremendo, en la oscuridad y en un pasillo tan estrecho no cabíamos por lo que unos estaban aplastando a otros y para colmo de males el avión secuestrado al girar para despegar nos vio y se detuvo alumbrándonos por la puerta abierta, el caos era mucho peor que cuando nos anunciaron el aterrizaje de emergencia. Esperábamos las ráfagas de ametralladora en cualquier momento.

Por fin el avión despegó y el nuestro pudo llegar al aeropuerto, era un mundo de gente y de periodistas, un hombre de sombrero negro con un cuello de toro, mantenía contra la pared elevándolo del suelo a uno de los pasajeros de Austral que habían dejado bajar del avión, lo increpaba a viva voz con acento extranjero, decían que era uno de los agentes de la CIA que intervinieron en el caso.

El resto de lo ocurrido fue de público conocimiento, dejo muchísimas otras anécdotas para otros capítulos.

Nota: He agregado varias fotos en los capítulos anteriores, también logré digitalizar algunas diapositivas como la de este capítulo lo que me permitirá agregar en los próximos días muchas otras imágenes.

lunes, 10 de marzo de 2008

31 - El candidato

Hacía poco que había regresado de Mendoza donde a modo de tesis para la cátedra de Economía, había elaborado un estudio sobre la reforma agraria en el mundo. Eran tiempos donde se hablaba del milagro japonés, se leía el Desafío Americano de Jacques Servan Schreiber y de las nociones de economía modernas que sacaban del subdesarrollo a una gran cantidad de países.

Así fue que al regreso de la democracia y siendo de una vieja familia de conservadores, acepté la propuesta del partido Demócrata de Catamarca para presentarme como candidato a diputado provincial. Los dirigentes partidarios de la ciudad creyeron necesario paliar mi inexperiencia política enviándome algunos “asesores” de campaña. Un día uno de ellos que apenas conocí, que según me informaron tenía “llegada” con la gente, me preparó un acto en un local cerrado tal como lo establecía la reglamentación. Como iba a ser mi primer discurso político me preparé con toda dedicación repasando los conceptos claves de desarrollo que aplicaría en mi programa de trabajo como diputado para tratar de sacar a Tinogasta del atraso.

En un galpón cerca de la estación de trenes encontré sentado un público numeroso, subí al estrado con una extraña impresión ya que los presentes, una mayoría de mujeres adultas, parecían ser gente humilde y poco interesadas en mis disquisiciones intelectuales. A medida que desarrollaba el discurso, en lugar de aportarle vehemencia a mis palabras, los rostros carilargos de los presentes, que pronto mostraron una metamorfosis hacia el desasosiego, me llevaban a desacelerar y abreviar al máximo mis palabras, pero todo terminó súbitamente cuando una señora que estaba en primera fila me gritó:

-Pero joven ¿qué hora nos van a entregar los remedios?

-¿Qué remedios? Le pregunté.

-Los que nos prometió el curandero, contestó.

-¿Qué curandero? Esto es un acto político repliqué.

- Que acto político ni ocho cuartos, nosotros vinimos porque el curandero nos dijo que aquí nos van a entregar los yuyos de remedio.

-¿Todos los presentes vinieron por lo mismo? Pregunté dirigiéndome a todos.

- Si, si, queremos los remedios.......

Así termino mi primer acto político, le dije al “asesor” responsable del hecho que prescindiría de su colaboración.

Me enviaron otro, un escritor y poeta oriundo de Tinogasta pero que hacía muchas décadas que vivía en la ciudad de Catamarca. Era de origen peronista y llevaba el nombre de un filósofo, aquel que pidió a Alejandro Magno que se quitara del sol. Con este asesor recorrimos todo el departamento de Tinogasta desde Cerro Negro hasta Palo Blanco.

Las cosas que nos sucedieron fueron increíbles, las personas de lugares alejados que no me conocían al menos me escucharon pero las de Tinogasta que en general si me conocían me paraban de entrada diciéndome “..no lo vamos a apoyar porque usted no necesita...” así, cosechando rechazos y afrentas seguimos andando caminos sin claudicar hasta que llegamos a Medanitos, la tierra donde mi padre había creado de la nada un emporio de trabajo para decenas de familias y había hecho crecer poblaciones que hoy son importantes.

Como la finca “Istataco” tomaba el agua de riego uno 5 kilómetros aguas arriba para lograr el nivel que permitía regar los cultivos, mucha gente se fue instalando cerca de la acequia y poco a poco extendiendo las usurpaciones y cercándolas. Así llegamos a la “propiedad” de uno de estos usurpadores. El asesor golpeó las manos y al vernos, los moradores del rancho nos “chumbaron” los perros debiendo subir precipitadamente a la camioneta en que andábamos.

Más adelante llegamos a un rancho de cañas tapado hasta la mitad por la arena, decían que ahí vivía una señora políticamente importante. El asesor golpeó las manos:

- ¿Quién anda? Se sintió una voz grave desde el interior del rancho.

- Andamos con el ingeniero Cuello le contestó, queríamos hablarla, señora...

-¿De qué raza es...? Atronó con voz potentísima la señora sin mostrar su cara.

Le hice señas al asesor de que nos fuéramos y si bien seguimos hasta Palo Blanco, después de aquellas semanas inolvidables de campaña ya tenía un panorama claro de la realidad política social y cultural del departamento.

Por fin llegó el día de las elecciones, habíamos hecho preparar una cantidad muy grande de riquísimas empanadas con la persona más idónea para la tarea, las repartimos en todas las mesas, se las dimos hasta a los opositores que al menos destacaron su excelente calidad. Cuando hicimos el recuento de votos encontramos que habíamos dado 50 empanadas por cada voto que sacamos.

No nos habían votado ni los fiscales.....

domingo, 2 de marzo de 2008

30 - El muerto

Habían ocurrido tantas cosas extrañas en mi corta vida, que en aquel amanecer, alguna condición etérea modificó la luz, hecho ya conocido y premonitorio de cosas terribles por venir, o quizás fuera la forma subjetiva de percibirla pero me levanté sintiendo algo extraño, difícil de definir, como difícil sería de entender lo que me tenía preparado el destino aquella mañana.

Debía ir a la escuela, como lo hacía habitualmente, no era de los que se hicieran la “yuta” para escapar de una lección mal estudiada; bajé donde tomaba el desayuno, pero una voluntad ajena que parecía poseerme me llevó hasta mi moto Zanella Ceccatto. Nunca iba a la escuela en la moto porque quedaba muy cerca de mi casa, pero esa mañana impulsado por el destino, arranqué raudamente hacia lo desconocido, me dirigí a la ruta de ingreso a Tinogasta corriendo por la llamada “vista larga” paralela a la vía del ferrocarril sin tener la menor idea hacia dónde me dirigía.

De pronto, sin distinguir los actos voluntarios de los que provienen de dimensiones paralelas detuve rápidamente la marcha y estacioné la moto en la banquina derecha de la ruta, miré en todas direcciones, era temprano, no había ningún vehículo ni persona a la vista. Nuevamente en una especie de trance, sin poder recuperar el control pleno de mis actos esperaba perturbado la llegada de una nueva “orden”, de inmediato miré hacia las vías del tren y hacia allí fui trepando al terraplén. ¡OH Dios mío! .. apenas asomé por el otro lado encontré recostado con la cabeza hacia las vías un hombre muerto en descomposición, estaba hinchado y con los ojos desorbitados, se le había roto la ropa por la hinchazón del cuerpo y tenía ambos pies aplastados por el tren.

Con un nudo en la garganta, estremecido y asustado salí a los saltos hasta llegar a la moto, la puse en marcha y volví a Tinogata a toda velocidad, me sentía liberado, había recuperado totalmente el control y solo trataba de organizar el aviso a la policía o a quien fuere. No había casi nadie en las calles del pueblo cuando detuve la moto frente a la policía y entré corriendo a dar aviso de lo sucedido. A las pocas horas Tinogatsa era un hervidero de vehículos, ambulancias, personas que salían a comentar el increíble hecho.

Pero esta narración no tendría razón alguna para contarse de no ser por lo que sucedió treinta años después. Una noche, estaba sentado en un lugar que por razones legales no puedo mencionar en una mesa con muchas personas, y recordando cosas del pasado conté esta anécdota que para algunos habrá sido la enésima vez que la escuchaban, para otros resultaría una sorpresa y para algunos motivo de un profundo silencio. Al rato por lo tarde de la hora, se comenzaron a ir los integrantes del encuentro hasta quedarme solo con una persona. Este último, comprobando que no había nadie cerca me dijo en voz baja:

-Yo se de su historia porque estuve en la casa donde una noche mataron a ese hombre.
-¿Cómo? Le dije.
- Si, lo mataron, lo llevaron hasta la vía y lo dejaron allí para que pareciera un accidente.

(Aquí hay una parte que no puedo contar, pido disculpas).

-Pero ¿quién lo mató? Le pregunté.
- Uno de los que acaban de irse estaba en el grupo.
- OH.... fin del cuento.

martes, 19 de febrero de 2008

29 - Río de Janeiro

Días pasados visitamos esta hermosa ciudad brasileña y me pareció importante compartir algunas experiencias vividas por el sin fin de contrates que presenta y que la hacen única en el mundo.

Vista de Río de Janeiro donde se combina el mar con la ciudad, las montañas y una vegetación exuberante.

Mientras subíamos en un tren con cremallera al cerro “El Corcovado” (El jorobado), donde está el Cristo que se ve en la foto (maravilla del mundo moderno), conversaba con un matrimonio mejicano, que su próxima escala era Buenos Aires; me preguntaba que cosas podrían ver allí. Les dije que Buenos Aires no tiene paisajes como Río ya que esta emplazada en una llanura de las más extensas que existen y que por lo tanto no verán montañas, que tampoco verán mar por cuanto se levanta a orillas del río de La Plata de aguas cargadas de sedimentos. ¡OH! exclamaban, ya tenemos pagado el pasaje y la estadía..., les dije que no se preocuparan que Buenos Aires les iba a agradar porque si bien es solo un paisaje urbano, es una de las pocas ciudades del mundo que tiene espíritu. (Aclaro para quienes aún no salieron al exterior, se considera que en el mundo hay solo tres ciudades con “espíritu” y son: París, Nuva York y Buenos Aires).

El espíritu de Buenos Aires esta cargado de Tango, es un pedazo de Europa trasladado a Sudamérica donde los edificios de principios del siglo XX, hablan de la potencia económica y cultural imponente que existía hasta el advenimiento del populismo en la década del 40. Les indiqué que caminaran por la Avenida de Mayo, por Diagonal Norte que les evocaría a París, que visiten El teatro Colón donde se inauguró en las épocas de esplendor con la ópera Aurora cuando los cortinados estaban bordados en oro. La plaza San Martín, el edificio de Obras Sanitarias en la avenida Córdoba, la Avenida del Libertador y muchos otros lugares a sabiendas que este tipo de cosas no las iban a ver en ninguna otra parte.

El Pan de azúcar

Luego subimos por un teleférico al cerro Pan de azúcar:

Vista desde el Pan de azúcar: a la izquierda arriba la playa de Copacabana, partes de la ciudad de Río y el teleférico a la derecha.

Teniendo en Tinogasta un paraje llamado Copacabana, preguntamos por el origen del nombre de esta playa carioca (carioca: casa del hombre blanco), nos cuentan que proviene de una localidad homónima de Bolivia a orillas del Lago Titicaca que según los Incas es “Coppa-kcaguaña”, o el “camino de las estrellas que lleva hacia dios” pues desde allí se aprecia claramente esa brújula precolombina que es la Cruz del Sur. Historiadores del lugar lo relacionan con la imagen de la virgen de Copacabana, traída por los portugueses desde el lago Titicaca en el siglo XVII.

La gente

Observábamos un domingo en la playa de Copacabana el ensayo de una Escola do Samba, pero sin atuendos, un camión llevaba una orquesta que tocaba el ritmo pegadizo de la samba y los cuerpos de decenas de miles de personas avanzaban contorneándose como en un éxtasis de punta a punta por la avenida costanera frente a la playa. El tipo de gente denotaba en general un origen humilde, casi marginal, seguramente en su mayoría provenientes de las favelas que abundan por doquier en Río, mi reflexión fue simple, el mundo es como es, hay gente que lleva en la sangre una predisposición para un tipo de vida, para un ritmo, para una vestimenta particular, para un destino a asumir y pareciera que de nada valiese hacer comparaciones, o querer cambiar la realidad en esta sociedad tan heterogénea y desigual.

La comida

¡Que problema es para un argentino cuando se sienta a la mesa en otro país!, ese olor a frituras que contamina el ambiente, que desmerece hasta los barrios más lujosos que por la vista son maravillosos pero al olfato se desdibujan. Ya no sabíamos que pedir para comer porque todo nos parecía una porquería, nos habíamos resignado a comer solo “frango” como le dicen al pollo en Río. Un día ocurre un hecho gracioso: como no entendíamos el idioma un mozo nos ofrece “frango grelado “ pero yo harto de comer frango y creyendo que me ofrecía medio pollo le digo ¿me esta por dar todo un lado?, no... me contesta “grelado”... entonces mi esposa me dice: te ofrece pollo helado, ¿qué? ¡pollo helado!.. no.. señor me replica “grelado”, “grelado”, hasta que comprendimos que significaba a la parrilla. Dos porciones de frango grelado de unos 100 gramos cada una con media papa hervida costaba $ 130,- argentinos, la misma suma que había gastado en combustible para viajar desde Tinogasta a Buenos Aires en 12 horas.

La economía

Un día emprendemos una excursión a Buzios y pasamos por el puerto de Río, era tal la cantidad de autos que estaban estacionados en el muelle para ser exportados que seguro ocuparían varios de las decenas de grande buques cargueros que esperaban turno en la bahía de Guanabara, pasamos el puente de 14 Km de largo que une Río de Janeiro con la ciudad de Niteroi, comprobando como los grandes cargueros como los cruceros de lujo pasaban por debajo del gigantesco puente que en su parte más alta está a 70 metros sobre el nivel del mar.

La guía nos informó que éste es el segundo puerto en importancia de Brasil muy lejos de la envergadura del puerto de Santos por donde sale casi toda la producción de San Pablo, ciudad que por si sola tiene un producto bruto interno (PBI) superior a toda la República Argentina.

PBI Ciudad de San Pablo u$s 300.000 millones

PBI Argentina (toda) u$s 192.000 millones

Como el tipo de cambio en Brasil era de 1,7 Reales por 1 dólar, me di cuenta que en nuestro país es una tremenda mentira que haya que tener un tipo de cambio de 3,15 a 1 para poder exportar. Ese tipo de cambio que nos coloca a los argentinos a precio de remate frente al mundo, es la consecuencia del estado dispendioso que necesita expoliar al campo y a las empresas con retenciones brutales para financiar el populismo barato que llevan a cabo los gobiernos “justicialistas” siendo que en el resto del mundo se subsidia la producción agrícola.

Con el poeta Carlos Drummond de Andrade

“No mar estava escrito uma cidade” Carlos Drummond de Andrade

Sentados en la playa de Copacabana, con el poeta carioca Drummond de Andrade, lástima que fuera de bronce. En el banco dice en portugués: “En el mar estaba escrita una ciudad”

Buzios


Área comercial de Buzios donde descienden los pasajeros de varias líneas de cruceros.


Angra dos Reis


Recorriendo en un “saveiro” algunas de las 360 islas y 2000 playas que tiene Angras dos Reis



domingo, 17 de febrero de 2008

28 - La Argentina fracasada

Vez pasada escuchaba atentamente un programa por canal 7 donde un periodista argentino le hacía un reportaje a Perón en Madrid, poco antes de su regreso final al país. En un momento le preguntaron: General ¿qué pasará con el peronismo cuando usted ya no esté? A lo que Perón respondió aproximadamente: “sé muy bien que lo que se le inculca a los niños hasta los cinco años no lo olvidan jamás, por eso adoctriné a las madres para que les hablaran de Perón a sus hijos desde chicos, entonces yo me puedo morir tranquilo sabiendo que habrá millones de peronistas en gestación”.

Por otra parte tratando de digerir el concepto, volvieron a mi mente las enseñanzas de José Ingenieros que tanta influencia habían tendido a lo largo de mi vida, desde aquella mañana cuando teniendo unos 16 años y una vida errática, encontré en la esquina del escritorio de mi casa el “El hombre mediocre” de Ingenieros. Lo había dejado “al pasar” mi padre, sin pedirme que lo lea, quizás con la esperanza de que aprenda los diferentes papeles que harán los hombres según puedan o no ser “libres pensadores”.

Fue tal la influencia que me transmitió ese libro, la edad para leerlo fue la “justa”, que comencé un proceso de desmantelado de todo cuanto constituía mi formación, dudé de cuanto me enseñaron mis padres, dudé de cuanto me enseñaron en la Iglesia, dudé de cuanto me enseñaron en la escuela y dudé de cuanto escuchaba en la calle. El asunto consistía en reelaborar todos los conceptos pero ahora partiendo de cero, aplicando a cada cosa el “espíritu crítico” y no los preconceptos y dogmas elaborados por otros, es así como me tocó enfrentar una nueva vida en Mendoza donde tuve que pasar largos años en una sociedad con parámetros conceptuales totalmente diferentes a los del hombre norteño.

Pero volviendo a Perón: con la explicación previa de cómo se gestó mi formación, comprenderán que lo primero que vino a mi mente fue aplicar al mismo Perón sus propios conceptos. Si tanta influencia tiene lo vivido en los primeros cinco años, él, Perón, no habrá olvidado jamás cuando se llamaba Juan Domingo Sosa y vivía en un paupérrimo rancho de la provincia de Buenos Aires, hijo de una tehuelche, Juana Sosa y de un tarambana incompetente de clase media. Tal debió ser el desquicio mental que le producía el recuerdo de su infancia y el contraste con el relieve político alcanzado que cuando murió su madre no se animó de ir a su velatorio para que no se supiera de quien era hijo.

No tendría por que estar hablando de estas cosas, que al fin de cuentas son personales, de no ser que afectaron profundamente el destino de un país que podría haber seguido la trayectoria de progreso que lo conducía seguro hacia los grandes destinos del mundo. Pero el pueblo fue anestesiado por el adoctrinamiento obsceno y obsecuente impartido a las masas por un caudillo cocinado en el fuego del odio y el resentimiento, que castraba la libertad creativa de sus descamisados, que en vez de aprender para ascender se los preparó para odiar y combatir a los hombres de empresa que generaban la riqueza que consumían. (Fuente: marcha peronista).

Agravando la situación aparece Eva Duarte, que para no extenderme, transcribo un párrafo de su último escrito que puede consultarse completo en el vínculo de abajo:

“Nadie niega en mi Patria que, para bien o para mal, yo no me dejé arrancar el alma que traje de la calle. Por eso, porque sigo pensando y sintiendo como pueblo, no he podido vencer todavía nuestro "resentimiento" con la oligarquía que nos explotó.

¡Ni quiero vencerlo! Lo digo todos los días con mi vieja indignación descamisada, dura y torpe, pero sincera como la luz que no sabe cuando alumbra y cuando quema. Como el viento que no distingue entre borrar las nubes del cielo y sembrar la desolación en su camino. No entiendo los términos medios ni las cosas equilibradas. Sólo reconozco dos palabras como hijas predilectas de mi corazón: el odio y el amor.

Nunca sé cuando odio ni cuando estoy amando, y en este encuentro confuso del odio y del amor frente a la oligarquía de mi tierra -y frente a todas las oligarquías del mundo- no he podido encontrar el equilibrio que me reconcilie con las fuerzas que sirvieron antaño entre nosotros a la raza maldita de los explotadores”

Cuando leemos estas expresiones de resentimiento, que se suman a las de Perón, no podemos ignorar la influencia nefasta para el pueblo que tuvieron, porque es normal y comprensible que alguien tenga algún resentimiento, pero no que estos sentimientos personales se instalen en el Estado como dogmas rectores de las conductas populares. ¿Por que no? Porque los términos oligarquía y explotadores son obsoletos, hoy corresponden a los gobernantes no al pueblo de clase media o alta. Fue el “Estado empresario” el que fundió YPF y todas las empresas públicas, es el Estado el que explotó al campo sacándole más de 200.000 millones de dólares en retenciones a las exportaciones en los últimos años, es el estado explotador el que le robó los ahorros a todos los argentinos en 2001, es el estado explotador el que le devaluó los salarios a todos los jubilados de un plumazo, es el Estado el que nos empobreció al punto de ser mercadería barata para turistas chilenos y brasileños, es en fin el estado el que encarama en su seno a una raza de parásitos de todas las clases sociales que explotan a los cada vez menos argentinos que producen más de lo que consumen.

Por último con echar una mirada al mundo se ve clarito que países son los triunfadores: aquellos donde hubo colaboración de clases y no lucha de clases, son los países que entienden que la riqueza es un premio de Dios al sacrificio y se pusieron todos a trabajar en orden y respeto.

Bibliografía:

El “Hombre mediocre” de José Ingenieros se puede descargar gratuitamente en pocos minutos en:

http://www.e-libro.net/E-libro-viejo/gratis/mediocre.pdf

Sobre los escritos de Evita se pueden leer en muchos vínculos, el transcripto se obtuvo de:

CONCLUSION (al final)
http://www.monografias.com/trabajos14/evaperon/evaperon.shtml

Este comentario en apariencia desactualizado no lo es, por cuanto el ex presidente Kirchner está en la tarea de reorganizar el partido justicialista, agregándole piqueteros y montoneros con representación parlamentaria asegurada, a la caterva de corruptos que ya están y que son los responsables de que los únicos amigos que le quedan a nuestro país sean: el desacreditado Chávez de Venezuela quien financió la campaña política con las valijas voladoras, pero ya no tiene que darle de comer a su pueblo y el boliviano Morales que no puede gobernar su pequeño país.

No es nuevo que el peronismo nos saque del mundo, generalmente lo hace dejándonos como furgón de cola y tampoco es raro que un peronista deje a su mujer de heredera porque sabiendo la prosapia de los chupamedias que los rodean no confían ni en su sombra.

Las opiniones vertidas en este artículo pueden empalmarse con muchas voces que se levantan tratando de poner freno a la ambición desmedida de poder de los corruptos montoneros que gobiernan, por lo que sugiero abrirse a los comentarios críticos que cada vez llenan más páginas en los medios de Argentina: