sábado, 22 de diciembre de 2007

22 - Un mundo pequeño

El Dolphin, barco de regular tamaño había anclado en el puerto de Nassau en la mayor isla de Las Bahamas. Entre las propuestas para aprovechar el día figuraba un viaje en una embarcación más pequeña a una isla lejana perdida en la inmensidad del Océano Atlántico, el objetivo era alcanzar un lugar aislado del bullicio, una isla con solo algunas palmeras, la playa y el inmenso océano haciéndonos sentir las únicas criaturas vivientes en un lugar recóndito del planeta, hacia allí fuimos en busca de la ansiada paz, alejados del trabajo, el teléfono, los negocios y los asuntos cotidianos, era encontrar por fin un remanso espiritual, un merecido descanso.

Al llegar, tal lo prometido comprobamos lo pequeña que era la isla, unos 400 metros de largo por igual de ancho, con más palmeras que las imaginadas y playas que al menos a la mañana la bañaban aguas transparentes y tranquilas. Nos pusimos a nadar y a bucear por entre arrecifes de coral hasta el mediodía.

Isla muy pequeña en medio del océano
Playa con rocas y corales en el Atlántico norte
Terminábamos de almorzar frugalmente con unas buenas cervezas cuando salimos en busca de una hamaca para dormir una breve siesta, justamente un hombre alto de cabello blanco se acababa de levantar de una de las escasas hamacas que había atadas entre dos palmeras, una vez recostado vi que el hombre volvía lentamente revisando la arena, seguramente había perdido algo.
Hamacas entre palmeras
Un compañero de viaje se había recostado en otra hamaca a cierta distancia, antes de cerrar los ojos le pregunté en cuanto tiempo nos levantaríamos para volver al mar, cuando vi aparecer la cara de este señor, por encima de la mía que me preguntó:

¿Usted es de Tinogasta?,

¿Qué es esto? pensé, ¿dónde estoy?, ¿acaso no es ésta una isla perdida en el Atlántico norte?, ¿quién puede hablarme justamente aquí y en castellano?, ¿tan mal me hizo la cerveza? Entonces se dio este insólito diálogo:

- ¿Cómo sabe que soy de Tinogasta? le pregunté.
- Por la tonada, me contestó.
- ¿Usted conoce Tinogasta?
- Si antes iba siempre ahora mando mis camiones.
- Seguidamente me preguntó:
- -¿conoce a Quique Cuello?

Esto no puede ser pensé, no puede ser real, me esta preguntando si conozco a mi hermano...

- Es mi hermano le respondí.
- ¡Ah! usted es el hermano... ¿usted es el que me cobró caras las uvas esa vez que se le acabaron a su hermano..?
- Pero..... ¿Quién es usted? Le pregunté sorprendido.
- Yo soy Cabello, el comprador de uvas de Santiago del Estero... soy cliente de su hermano desde hace muchos años.
- ¡Ah! Usted es Cabello... pero mire que casualidad, ¡dónde nos venimos a conocer!,..pero ¿que anda haciendo por aquí?
- Todos los años vengo a pasar un mes en Estados Unidos con la familia y esta vez tomamos un crucero a las Bahamas y de ahí vinimos a esta isla.

Le di la mano y le dije... que pequeño es el mundo... y nos despedimos.

Pero ese día iba a ser duro para mi. Al rato volví al mar pero ahora el oleaje se había embravecido y agitaba fuertemente las aguas de la costa, pero el deseo de bucear era más intenso y nos sumergimos. Fue en mala hora, un golpe de corriente me lanzó violentamente contra un arrecife de cantos agudos y me produjo una profunda lastimadura en la mano, como consecuencia tuve que salir a pedir auxilio a la base ya que perdía mucha sangre. Prepararon de inmediato una lancha ambulancia y partió raudamente hacia Nassau, tardando unos 45 minutos en llegar, pero en vez de llevarme a un hospital lo hicieron al barco en el que viajaba y me entregaron al médico de ese barco que ya me esperaba porque le avisaron por radio.

Me hicieron varios puntos de sutura, el cirujano hablaba a una oficina gubernamental dando el parte del accidente, me explicaron que no debía pagar nada porque el gobierno de Las Bahamas tiene un seguro que protege a todo turista que llega a su país.


En primer plano el Dolphin anclado en Nassau
A la noche el barco emprendió el regreso hacia Miami, como es de estilo y siendo la última noche del crucero nos vestimos de gala para asistir a la “cena del capitán”, exagerando nuestra puntualidad llegamos al hall de recepción unos minutos antes donde encontramos a una exuberante señorita, de unos 20 años, muy alta vestida de negro, mientras inventábamos una escusa para acercarnos a saludar a tan bella compañera de crucero que no la habíamos visto antes, ¡zas... la sorpresa se presentaba nuevamente!: de rigurosa etiqueta se acercaba el padre y la madre del monumento: el señor Cabello y su señora...

¡Amigo Cabello....! le dije, no me diga que usted también viaja en este barco..., nos presentó a su señora y a su espectacular hija y departimos un largo rato.

Para rematar la noche fuimos a un night club que tenía una larga barra donde mujeres solas esperaban al .. príncipe soñado que no fue, a derramar el rimero melodioso de su voz... Nosotros, viendo que nadie bailaba en una pista de parquet que atravesaba todo el ancho del barco, nos acercamos al disc yockey y pedimos que tocara algunos tangos.

Pero notaba algo raro, parecía que el barco estaba muy inclinado a estribor, una inclinación era normal pero no que fuera tanta y que no cediera, quizás bebí demasiado en la cena del capitán pensé. Apenas se insinuaron los acordes del 2 x 4 salimos a recorrer la pista derrochando cortes y quebradas hasta que se acabó la pista y casi pasamos de largo, al encarar el regreso hacia babor, avanzar se hacía muy cansador y no pudimos terminar los tangos que ponía el disc yockey, salimos de la pista y fuimos a preguntar a un tripulante sobre que estaba pasando, nos dijo que el barco avanzaba con una inclinación de 20 grados hacia estribor a causa de un fuerte y persistente viento en el lado opuesto.

Así terminaba otra demostración de lo pequeño que es este mundo..

viernes, 21 de diciembre de 2007

21 - Arecibo

Había enfrentado el miedo en situaciones tan frecuentes y diversas que no las cuento porque al igual que en la película “El Gran Pez”, nadie me creería, el miedo es humano, pero de tanto enfrentarlo se había ido diluyendo en el conjunto de sentimientos al punto de casi desvanecerse. ¿Había perdido acaso a uno de los gigantes del alma? ¿podía una persona haberse quedado sin miedos?

Muchas décadas pasaron hasta que junto a unos amigos nos embarcamos en una aventura en Puerto Rico, apenas arribamos a esta isla caribeña, subimos a la terraza del hotel donde nos alojamos frente al mar a unos pocos kilómetros de la ciudad de San Juan, la capital del país. Había en la terraza un yacusi al aire libre con agua tibia donde nos relajábamos después del largo viaje, sentimos un instante las fugaces caricias de la felicidad, observando un hermoso e inusual paisaje cuando comenzó a sentirse una fuerte vibración y un ruido ensordecedor hasta que por un lado de la terraza vimos aparecer una avión de gran porte con su tren de aterrizaje desplegado que pasaba rasante por sobre nuestras cabezas, nos pegamos un susto tremendo y vimos que el avión tocó tierra a los pocos metros. No nos percatamos que a pocas cuadras del hotel estaba el aeropuerto, pero esto fue solo un susto el miedo vendría después.

Un día decidimos conocer el gran radiotelescopio de Arecibo para lo que contratamos un taxi, el conductor haría de guía por lo que apenas partimos iba señalando lugares interesantes a diestra y siniestra pero al tomar una avenida dijo que miráramos nosotros solos, que él no lo haría, a la izquierda en la próxima esquina una iglesia satánica. !Caramba¡ realmente que cosa extraña, era impresionante, le dijimos que parara que tomaríamos algunas fotos pero el chofer aceleró raudamente visiblemente afectado por lo que nos quedó solo una vaga imagen de algo muy fuera de lo común, nos advirtió que no volviéramos allí que quien entra a esa iglesia no sale nunca más..., se persignaba y rezaba solo por haber pasado cerca.

Viendo la sorpresa que nos había producido el templo se desvió de la ruta hacia un barrio pasando por una casa cuyo frente estaba lleno de muñecos humanos de tamaño real pegadas en el frente, otra sensación extraña que confirmaba la presunción de que existía por esas tierras una secta satánica. El tema hasta llegar a Arecibo fue las increíbles narraciones que el chofer hacía sobre la gran cantidad de expresiones diabólicas que había en ese país.

Por fin tras unas dos horas de viaje llegamos a las inmediaciones del radiotelescopio para lo cual había que trepar una cuesta llene de vegetación. Esta gigantesca antena de 305 metros de diámetro, tiene una larga historia que no es el caso contarla aquí, quien le interese el tema puede obtener abundante información en Internet.

Vista aérea del gran Radiotelescopio de Arecibo


Vista satelital del radiotelescopio de Arecibo en Google Earth en primer plano el Gregoriano móvil.

El autor y su esposa en el gran radiotelescopio de Arecibo, suspendido por cables el Gregoriano que enfoca las señales del reflector esférico principal fijo y apoyado sobre el suelo.

No queriendo abrumar con información técnica, solo diremos que entrevistamos a una de las autoridades del radiotelescopio para preguntarle si habían recibido alguna señal extraterrestre, respondiéndonos que desde que se puso en funcionamiento en 1963, jamás se detectó señal inteligente alguna pese a que exploraron hasta 10 mil millones de años luz de nuestro planeta en el borde mismo del universo que percibimos. “...lamentamos decirles que al parecer estamos solos en el universo”, con esta reflexión emprendimos pensativos el regreso.

Nuevamente en San Juan, la capital, decidimos ir a cenar a un restaurant, estábamos departiendo tranquilamente cuando de pronto una extraña energía negativa comenzó a hacerse intensa, algo me decía que enfrentaría algo sobrenatural, al instante se sumó el ruido más extraño que había sentido jamás y de pronto la imagen que disparó el miedo por tantos años olvidado: una mujer avanzaba hacia nosotros con las uñas tan largas que las arrastraba por el suelo, la observé una fracción de segundo y le quité la mirada, se me formó un nudo en la garganta, quedamos todos paralizados, el silencio se apoderó de todo el local, la mujer de rostro satánico se sentó en una mesa a unos pocos metros nuestro.

Por más subjetivo que resultara el encuentro, quedaba claro que alguien con esas características poseía los señales suficientes para despertar temor y recelo en los demás. Nunca sabremos que pasó aquella noche, ni quien era esa persona, tras un tiempo prudencial, disimuladamente nos levantamos y nos alejamos del lugar. Había recuperado a un gigante del alma.

Aclaro que no se trata de Lee Redmond (récord Libro Guinness), ya que ésta es sorprendente pero no espeluznante.

lunes, 17 de diciembre de 2007

20 - Nueva York

La noche profunda daba marco a un escenario imponente de luces amarillas que se perdían en todas las direcciones delineando la curvatura de La Tierra, el gigantesco avión comenzaba a descender en el centro del imperio más grande de la historia de la humanidad, en pocos minutos arribaríamos a la maravillosa ciudad de Nueva York.

¡Que emoción! que momento de vivencia intensa para quienes vimos las primeras imágenes del mundo en Medanitos, más allá de Fiambalá, sin agua, ni luz, ni calles, ni gente; perdidos en la nada, en el arenal, entre las vegas pobladas solo de teros y garzas. Si hubiéramos imaginado siquiera que algún día veríamos la más descomunal urbe jamás construida, la ciudad de los rascacielos: la “Gran Manzana”.
Ya había amanecido cuando llegamos a un hotel en la calle 43 y la avenida Broadway, dejamos el equipaje y salimos para aprovechar al máximo ese paisaje insólito. No sabíamos en que parte de Manhattan nos encontrábamos, caminamos unas pocas cuadras y dimos con un edificio enorme que en su parte delantera tenía una pista de patinaje, era el Rockefeller Center. Un pasaje peatonal lleno de flores conducía a la 5ª Avenida, casi frente a la Catedral de San Patricio.

Rockefeller Center

Avanzábamos por calles repletas de rascacielos hasta que llegó la hora de almorzar, entramos en un restaurant en una especie de subsuelo, al salir se nos indicó que lo hiciéramos por otra puerta, cuando recorríamos un largo pasillo buscando la salida vimos que en los ascensores del edificio había un enorme gorila agarrado de la pared. No salíamos del asombro hasta que alguien se acercó y nos dijo que era King Kong y que el gran muñeco recordaba a los turistas que en ese lugar se filmó la famosa película que lleva su nombre, sin darnos cuenta habíamos entrado al gran rascacielos Empire State.

Típicas calles de Nueva York

A la noche pasear por la avenida Broadway cerca del Time Square, fue otra experiencia insólita, por una parte la gente, ¡vaya si es un crisol de razas! resultaba difícil encontrar dos personas parecidas, todas las nacionalidades, las más diversas vestimentas, hablando en lenguas diferentes, comercios abiertos sin horarios. Pero algo nos sorprendía, esta avenida histórica no es muy ancha y en el medio de la calle cada tantos metros se levantaban tubos metálicos muy altos por donde salía vapor desde alguno de los varios subsuelos que hay en toda la ciudad, sentados o acostados alrededor, cantidad de hombres menesterosos abrasaban los caños en busca de calor ya que era un fría noche de invierno.
En contraste, larguísimas limusinas ingresaban a la estrecha avenida pisando casi el abrigo de los “homeless” (los sin casa), eran tantas las que circulaban e insólito el espectáculo que fuimos a preguntar en un comercio que hacían esos hombres desamparados en la ciudad más poderosa del mundo. La respuesta que nos dio el americano fue breve y demoledora: los dejamos ahí para advertir lo que les pasa en este país a los flojos y a los vagos..... Pensativos, seguimos sorteando decenas de prostitutas que ofrecían sus servicios con pequeñísimas minifaldas negras. Así terminaba otra jornada para el recuerdo.
Al día siguiente visitamos Wall Street, el centro financiero más grande del mundo y a pocas cuadras de ahí llegamos a las imponentes torres del World Trade Center (Las Torres Gemelas)
 World Trade Center

Subimos hasta el piso 116 desde donde se aprecia toda la ciudad, La estatua de La Libertad, y más allá del río Hudson, los muelles del estado de Nueva Jersey. Los edificios de abajo tienen 80 pisos.


En el mirador del piso 116 del World Trade Center

Vista del río East desde el piso 116

Muestro estas imágenes previo a explicar el origen de un nuevo desarrollo industrial realizado en Tinogasta como consecuencia de esta visita: los joist.
Fue tal la impresión que nos causó el edificio del World Trade Center, demostración de la grandeza sin igual de ese pueblo de empresarios e ingenieros, capaces de realizaciones inimaginables, que contrasta con las republiquitas bananeras donde gobiernos de políticos y abogados han llenando las calles de piqueteros y hambrientos en el país de las vacas y el trigo, que cuando las derribó la furia del “turco” y vimos sus escombros nos dolió profundamente. Para colmo tuvimos que escuchar vociferar a Hebe de Bonaffini que se alegraba mucho de la muerte de 3.000 inocentes tras el ataque de Ben Laden.

Escombros del World Trade Center
Pero ¿qué había sucedido?, ¿dónde estaban los escombros? ¿cómo podía ser que un edificio de más de 420 metros de altura no hubiera dejado más que un pequeño alto de escombros? ¿Y el resto de la mampostería donde fue a parar?

Fue tal la curiosidad por averiguar las razones de este “misterio” que después de mucho buscar por fin encontré la respuesta: estaba hecho de joist (vigas de acero de alma abierta) apoyadas en girders (colectoras de josist) que pasaban la carga a columnas hechas con perfiles de acero.

Pero “joist” no era una palabra conocida lo que me llevó a buscar en Internet hasta dar con el “Steel Joist Institut” donde se puede descargar gratuitamente el manual de fabricación de estas estructuras; una vez entendido el procedimiento de cálculo fabricamos una primera estructura de prueba con excelentes resultados. Hoy la aplicamos en diversas construcciones y una empresa local ha realizado ya algunas obras en el departamento construidas con joist en base al ingreso de un conocimiento nuevo procedente de un mundo globalizado.

En la ilustración piso del World Trade Center con los joist (24), por encima el piso, por abajo el cielo raso o sea era una estructura hueca, esquema que se repite en todo el edificio y razón por la cual se "compactó" con el derrumbe.

Queda entonces claro que todo cuanto contamos en este blog, aparte de entretener e ilustrar, tiene relación con el desarrollo de Tinogasta; que comprendemos la importancia de salir y conocer lo que hacen los países desarrollados y resaltar su generosidad ya que el conocimiento esta disponible gratuitamente, al alcance de la mano más humilde, nos falta quizás poner más interés en aprender y luchar contra el aislamiento sobre todo el mental.

lunes, 10 de diciembre de 2007

19 - El helicóptero

Transcurrían las horas en la tranquila y apacible Tinogasta, cuando comenzó a sentirse un ruido que se hacia cada vez más intenso, de pronto vimos un helicóptero sobrevolando el pueblo, daba vueltas y vueltas por el centro como buscando un lugar para aterrizar, habían salido a la calle muchísima gente cuando comenzó a descender dirigiéndose al parecer al Hotel de Turismo, hoy propiedad de uno de nuestros compañeros de La Barra, Luis Castaño.

Corrimos para ganar una buena ubicación y presenciar el inusual espectáculo, menos mal que atiné a tomar una máquina de fotos de la época en que se sacaban “diapositivas”, llegué justo cuando una gran polvareda se levantaba del patrio trasero del hotel y tocaba tierra un helicóptero tipo Lama de color rojo.

Digitalización “casera” de una diapositiva de la época.

Detuvieron el motor y entre medio de la multitud bajaron dos tripulantes con casco de pilotos, pero como siempre,.. ¡oh sorpresa! ...cuando uno de los tripulantes se secó el casco no lo podía creer, ni él tampoco: ¡compañero...! gritamos al unísono y nos estrechamos en un fuerte y cálido abrazo.

Pero ¿que haces por aquí? le pregunté asombradísimo, y vos... ¿que haces por aquí? me contestó, en este pequeño mundo en que vivimos nos habíamos encontrado dos viejos amigos y compañeros del club universitario de Mendoza, él era estudiante de ingeniería en minas pero muy frecuentemente nos encontrábamos en el comedor, era oriundo de Bolivia y al igual que muchos otros pertenecíamos al grupo de forasteros que nunca nos integramos con los compañeros de Mendoza.

Era un muchacho muy inteligente, en los ratos libres jugábamos al ajedrez en una sala especial del club y debo reconocer que las victorias quedaban generalmente para el representante del altiplano. Recuerdo que cada vez que le hacíamos una jugada buena decía ¡chihuahua...!, expresión de sorpresa que por decirla tan reiteradas veces se hizo acreedor del apodo “Chihuahua”, mucho después me enteré que era el nombre de un estado de Méjico y de una raza de perritos pequeños.

Tras los saludos nos despedimos hasta la noche donde nos juntaríamos a cenar y a recordar viejos tiempos. Pero lo que interesa contar aquí es ¿que vino a hacer a Tinogasta?, pertenecía a una poderosísima empresa minera multinacional norteamericana, no puedo nombrarla porque cuando empecé a preguntarle sobre que los traía por aquí dijeron (también estaba el piloto), que tenían prohibido dar información de lo que hacían.

No obstante y siempre con unos buenos tintos mediante, algo dijo. Eran los tiempos en que se hablaba mucho de los sensores remotos, por medio de satélites se exploraba toda la superficie terrestre y para darle precisión a los relevamientos, movilizaban a ingenieros hacia ciertos lugares donde se extraían muestras de suelo y de minerales, éstos contribuían a perfeccionar los sistemas. En la actualidad los sensores hiperespectrales son mucho más potentes y nuestro país utiliza sus imágenes .

Se puede ampliar este tema en alguna de las innumerables fuentes Argentinas:

Mi curiosidad era tal que le pedía que al menos me diera una mínima orientación, le decía que de todos modos yo era hombre de campo y que los mineros que conocía eran todos gente muy pobre que solo quería saber a grandes rasgos que futuro habría en la zona. Por fin, entre dientes me dijo: aquí tienen uranio, casi a flor de tierra en los cerros del oeste pero es poco interesante, no van a tener minería por mucho tiempo.

Pasaron 30 años y viendo los planos que publica la Jacksongold Ltd. Compruebo la extrema precisión de todo cuanto me informó este viejo y apreciado amigo.

sábado, 8 de diciembre de 2007

18 - El fugitivo

Ya casi al mediodía, la camioneta en que viajábamos a Laguna Verde (Chile), comenzaba a andar cada vez más despacio por falta de oxígeno (puna), avistamos la casilla de Las Grutas, abandonada en esa época de los 70. Manejaba mi hermano Enrique, en medio iba una señora de quien solo puedo decir que era muy preparada, con un toque izquierdista que contrastaba con la adhesión que entonces tenía por Pinochet ya que en mis anteriores viajes a Chile había visto como el régimen de Allende había expropiado las tierras y las cabras que tenía un pobre hombre en la cordillera instalándole un gran cartel que decía “Propiedad de Todos los Trabajadores”.

Al acercarnos a la casilla, por una abertura vimos moverse una figura humana que salió y se dirigió hacia nosotros caminando con dificultad haciendo señas desesperadas, paramos, apoyándose en mi ventana de la derecha vi que era una persona destrozada, tenia los labios llenos de profundas llagas y la cara negra por la radiación que había recibido. Con voz temblorosa me dijo: “ por favor, señor, máteme, máteme.. ¡por favor se lo pido!.., ¡no resisto más! Aquí tengo una pistola, por favor, dispáreme, no tengo coraje para dispararme yo mismo.... hace diez días que no como ni bebo agua...

Le ofrecimos comida y agua pero nos la rechazó, insistía en que lo matáramos. Le preguntamos que le había pasado,... nos contó que era comunista y que él con un hijo se habían escondido en el interior de una mina en Copiapó junto a otros partidarios, pero llegó el ejército para capturarlos, como no salían de la mina tiraron gases lacrimógenos que no pudieron soportar, una vez en la superficie y en medio de una humareda comenzó un tiroteo donde alcanzó a ver que cayó su hijo y él con otro logró escapar hacia la cordillera.

Las condiciones que debió soportar el hombre fueron demoledoras por cuanto no pudo pasar a Argentina por el paso de San Francisco ya que estaba custodiado por los carabineros. Su compañero no resistió y lo abandonó, siguió solo sin conocer el lugar, se perdió lo que justificaba tantos días sin comer ni beber.

Hicimos por fin un trato, iríamos hasta Laguna Verde para que la señora que nos visitaba en Tinogasta la conociera y al regreso lo cargaríamos y lo traeríamos hasta Fiambalá, nos pidió entre súplicas y amenazas que no lo entregáramos a los carabineros. Al llegar a Laguna Verde nos interceptaron los carabineros y nos condujeron a una cueva en la montaña donde tenían una base, llevamos nuestros alimentos y bebidas, nos trataron bien al punto que con unos tintos de por medio nos pusimos todos dicharacheros y comenzamos a discutir de política con la señora....

Emprendimos el regreso, ya desde la lejanía vimos que el fugitivo se había subido a una gran roca que estaba a la derecha del camino, trataba de verificar que no trajéramos algún carabinero, al detenerme para cargarlo, se acercó a mi ventana y me puso una pistola en la sien, no alcancé a escuchar lo que dijo y en un frenesí indescriptible de susto y coraje le arrebaté la pistola torciéndole el brazo hasta que la largó. Abrí violentamente la puerta golpeándolo y cayó al suelo, entonces me bajé y le puse yo la pistola en la frente reprochándole enfurecido su acto de traición.

La acción conjunta de mi hermano y la señora lograron calmarme y convencerme que lo trajera no obstante el extraño y peligrosísimo comportamiento que tuvo.

Lo hice subir atrás con la condición que no se mueva. Avanzada la tarde llegamos al refugio de Chaschuil, mi hermano estaba cansado porque había manejado desde las 6 de la mañana, me tocaba el turno a mi pero pedí descansar una media hora antes de agarrar el volante, lo puse al fugitivo sobre unas piedras en un lugar aislado para poder controlar sus movimientos, tiré una colchoneta en el interior del refugio, puse la pistola rusa debajo y me dormí profundamente.

Cuando desperté, escuché una conversación a pocos metros detrás mío, ¡oh sorpresa! Habían calentado agua y tomando mate, estaban en animada tertulia, mi hermano, la señora y el fugitivo...

Ya era la oración cuando llegamos a Fiambalá, cerca del río paramos, el hombre se bajó y nos agradeció la ayuda que le habíamos dado, nos preguntó como nos llamábamos, le mentí el nombre porque en Argentina también había un régimen militar y nuestra acción podía ser ilegal, le entregué la pistola y seguimos, había sido un día para no olvidar...

viernes, 7 de diciembre de 2007

17- Se los había advertido

Diario La Unión 7-12-2007

http://www.launiondigital.com.ar/publicaciones/nota_29895.html

Diario La Unión 15-12-2007

http://www.launiondigital.com.ar/publicaciones/nota_30237.html

Efecto uranio: por temor cancelan reservas en las Termas de Fiambalá

En la hostería municipal se cancelaron 42 reservas. Los turistas manifestaron temor por la posible explotación de uranio. La municipalidad local y los empresarios buscan revertir este efecto negativo para Fiambalá.

Diario La Unión domingo 16-12-07
http://www.launiondigital.com.ar/publicaciones/nota_30255.html

Fiambalá: las termas, sin turistas en el fin de semana


Como no sucedía desde hace muchos años, ayer en las termas de Fiambalá no hubo ningún turistas. La informaciones aparecidas en Internet sobre la supuesta presencia de uranio en cercanía del lugar ha provocado el temor y, como consecuencia de ello, los pobladores están preocupados por la merma de la principal actividad en esa zona.


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En mi intervención por Radio Ancasti de Catamarca, como en el Noticiero de Cable Sono Visión de Tinogasta, como a lo largo de este blog, nunca defendí a la minería, es más, comencé mi exposición en el noticiero local diciendo que no quiero ver ninguna empresa minera en Tinogasta, que no tengo intereses económicos relacionados a la minería.

Hice si hincapié en el daño que los ambientalistas estaban haciendo a Tinogatsa por la forma adoptada de la protesta, dije que los afectados éramos nosotros, que desde 1995 veníamos haciendo el recambio varietal con la consigna de lo orgánico sin ayuda de nadie y menos de los que ahora se dan de padres de la criatura. La metodología adoptada de salir a cacarear en los grandes medios de difusión una asociación “Tinogasta –Uranio” solo pudo concebirla una mente estúpida. ¿Acaso ignoran que cuando se lanza un “bolazo” que sale en primera plana, después si se desmiente, sale chiquito en la última página?

Debería estudiarse la posibilidad de que dueños de hoteles, pensiones y restaurantes de Fiambalá inicien acciones legales por daños y perjuicios contra los dirigentes responsables de este desastre económico, no tanto para recompensar a los intereses perjudicados sino más bien para que las marmotas, sigan durmiendo su sueño colgados del presupuesto público y no bajen a la arena donde peleamos como leones enfrentando día a día un mercado extremadamente competitivo que ahora verá el campo allanado para avanzar sobre las cenizas del esfuerzo hecho por muchos tinogasteños.

Ahora ya pueden gozar de su obra: decían a grandes voces: ¡si al turismo! ¡no a la minería!, pues bien no habrá minería, pero destruyeron el turismo y tras él destruirán a la vitivinicultura porque nosotros vendíamos vino orgánico a los turistas, pero ya no van a venir a Tinogasta ni a Fiambalá por obra de los ineptos, personajes que saben maldecir, bocas de cloaca, tramposos, inútiles que solo prosperan a la sombra de alguna prebenda ya que no se ven en el horizonte las chimeneas de sus fábricas.

Por último con esta entrada espero dar por finalizado el entredicho donde tanta gente me adjudicó una defensa de la minería que no es cierta. Solo una vez recuerdo haber dicho que Chile perforó toda su cordillera de sur a norte y no se de chilenos muertos, si de que hoy integra el minúsculo grupo de países ricos.

También aprovecho para agradecer a los que han dejado comentarios, los considero nuevos integrantes “virtuales” de “La Barra” , no importa el disenso, es más, cuando inicié este blog tomé conciencia que no podría transmitir el pensamiento de los otros integrantes que al igual que comentaristas como “El Observador” , “David..” y otros piensas muy distinto a mi. Justamente ahí se produce la etapa positiva de la dialéctica: yo expongo una tesis, los otros la antítesis y por último surge la síntesis que supera a las anteriores.

A los que me insultaron con palabras soeces simplemente porque no me dejo arrear por nadie, más adelante los voy a eliminar del blog por no ajustarse a las pautas elementales de respeto que debe existir entre los que debaten ideas, no obstante las voy a grabar para tener el testimonio de la degradación social y cultural a la que llegó Tinogasta, con personajes que con su retórica ordinaria, avergonzarían a nuestros antepasados que hicieron las escuelas donde asientan sus traseros y que debería preocupar seriamente a las autoridades docentes ya que el producto terminado que sale, a juzgar por sus expresiones, es de tan mala calidad, que ni en una favela los aceptarían.

jueves, 6 de diciembre de 2007

16 - La plaza de la soberbia

En nuestra querida plaza de Tinogasta, se ha instalado una combinación nefasta de soberbia, delito y daño ambiental. Soberbia, porque quienes utilizan cotidianamente la plaza para realizar actos políticos, religiosos, ambientalistas, etc. tienen la desfachatez de cortar el tráfico y apilar gran cantidad de bafles frente al mástil, para que todo el pueblo quede sometido a la andanada de estupideces que se le ocurre decir al orador de turno y para colmo a un volumen que supera ampliamente el límite de decibeles permitido.

Comprenden, pero no les importa, que es una lacerante imposición, es una forma brutal de someter al “otro”, típica actitud de quienes desconocen la ley básica de la civilización, que establece justamente que los derechos de uno terminan donde comienzan los ajenos.

Si se trata de políticos, acostumbrados a llamar de entrecasa “el tontaje” al pueblo y algunos que acuden mansamente cuando el pregón llama al circo a aplaudir sin oír ni atender, ya que ningún sensato necesita que le revienten los tímpanos para entender, solo los que están mintiendo necesitan un ambiente caótico, para anular la capacidad de raciocinio del auditorio, los bombos y tamboriles utilizado por decenas, hacen inaudible e ininteligible el mensaje, para disimular la carencia de sustento de las estupideces que dicen, que solo son palabras dirigidas a impactar por su sonoridad las vísceras del auditorio y no la mente de los que conservan todavía algunas neuronas activas.

Es una acción despótica, prepotente y antidemocrática, existiendo gran cantidad de medios de difusión en el pueblo tanto radiales como televisivos, el que tenga algo que decir debería usar ésos medios, de tal manera que escuche el que quiera y el que no, se ahorre la repulsión de verse degradado a simple espectador sin voz ni voto.

Que lejos están de comprender que gritar no es tener razón, ¿acaso olvidan que Cristo, sin micrófono y sin bafles habló desde la montaña, y sus palabras llegaron a todos los continentes, a todos los corazones y atravesaron todos los siglos?.

Es por otra parte un delito cortar la calle:

Cámara de Casación (28 de abril de 2004): “.. los manifestantes cometen delitos cuando interrumpen el funcionamiento de los medios de transporte y el tránsito normal, por más que lo hagan en medio de una huelga general y reivindiquen legítimos derechos constitucionales.”

Que se tienen sospecha de la presencia de agitadores a las órdenes del venezolano Chávez, que tipificaría a quienes le facilitan su accionar como traidores a la patria por el intento de servir a los intereses de un caudillo extranjero.

En cuanto al daño ambiental ya fue presentado en el capítulo “La cultura del bombo” como expresiones brutales e incivilizadas. Pero no viene más que a reforzar la idea de que todo es política e irresponsabilidad y los que se llaman ambientalistas son los primeros en producir una polución sonora ilegal e insoportable, mucho más dañina que la del uranio ya que ésta polución está aquí y ahora y en cualquier fuente de consulta se puede encontrar los daños graves a la salud, de todo tipo, que producen los ruidos molestos.

Por último el daño moral: quienes crezcan con vivencias contradictorias, donde por una parte se quiere hablar del tema complejo del uranio o cualquier otro mineral que es un tema científico serio, hacen como los demagogos romanos que decían “panem et circenses” (pan y circo), con números de títeres, danzas folklóricas, copleros, etc. evidenciando que todo es circo, donde algunos político sacan rédito de la ignorancia ajena.

También observaba a uno de los aporreadores de bombo, pobre, no es una crítica directa a él porque estoy seguro que no sabe el significado de los símbolos que llevaba; vestía íntegramente de negro y tenía en la espalda una enorme figura del Che Guevara, un argentino que violó el juramento hipocrático de salvar vidas, pero fue en realidad un sanguinario asesino que mató casi 3.000 personas indefensas disparándoles con un revólver en la nuca.

Que ironía, por delante con el bombo adhería a la vida y en la espalda llevaba el símbolo del criminal más perverso. Para ampliar la vida del Che:

http://www.eliberoamericano.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=636)

Habiendo personas muy disgustadas con este blog, espero que al menos noten una diferencia, quien esto escribe no va a la plaza pública a gritarle en la cara a nadie ni a sus casas a perturbar su tranquilidad porque aprendió a respetar a los demás, solo escribo mis humildes puntos de vista en un medio que lo lee el que quiere y el que no lo ignora, es más, respeto el disenso y les doy la facilidad de que me insulten de arriba abajo cuanto quieran, porque no es a mi a quien perjudican; con la retórica grosera, cada persona marca su nivel.

sábado, 1 de diciembre de 2007

15 - Pies de barro

Si observamos el gráfico anterior del índice de precios al consumidor, se aprecia a primera vista que el descalabro inflacionario se inició en 1940. Curiosamente, Juan Perón declaraba al asumir su primera presidencia, que no podía caminar por los pasillos del banco central de la cantidad de oro que había.

Era un oro reciente, producto de las ventas de alimentos a las potencias en guerra, mientras Argentina permanecía neutral, haciendo pingues negocios, lejos de la pólvora que en Europa mató a más de 20 millones de personas.

Nuestro análisis comienza en los 70, década que marcó la culminación de un estado de cosas en apariencia buena pero que en realidad, no mostraba ser el fruto del esfuerzo, la creatividad, el empeño, el conocimiento ni la capacidad de los “empresarios” de la época, sino el resultado de los subsidios encubiertos a través de créditos bancarios que la inflación se encargaba de pulverizar al momento de pagarlos.

En aquellas épocas el bienestar económico pasaba sin duda por la amistad que se tuviera con el gerente del Banco Nación, era sin dudas la persona más influyente del pueblo y los agricultores y comerciantes se deshacían para conseguir el favor de este Aladino que hacía realidad todos los sueños.

Pero, no todos pudimos ser amigos del gerente, porque como toda estructura ficticia, da lugar a enclaves de amistad y poder y quienes no accedían a esas lides, debía conformarse con obtener algún préstamo indirecto que luego se pagaba a los “popes de la intermediación”, entregándoles la producción a precios miserables.

Pronto llegaría la famosa Circular 1050, que si bien no es para alabarla por sus injusticias y errores técnicos, pero en general digamos, acabó con los subsidios a las clases medias y altas. En esa época en un diario de Buenos Aires salió un artículo titulado “Los Gigantes con Pies de Barro” que hablaba del derrumbe a lo largo y ancho del país de poderosas empresas poco acostumbradas a devolver en serio sus préstamos.

En “La Barra” siempre criticaron mi tendencia a comparar todo con lo que ocurría en Estados Unidos, quizás con razón, pero me resultaba más “didáctico” usar los extremos ya que hablar de grises era permitir que se entienda medio negro o medio blanco. En Estados Unidos sencillamente el estado no tiene bancos por lo cual no hay subsidios encubiertos.

En un momento llegó a mis manos un libro con varias biografías, me interesó la vida, obra y concejos que sobre negocios daba el poderoso empresario norteamericano , fabricante de automóviles: Henry Ford.

Impresionado con su historia, en la que siendo un obrero de mameluco de la Detroit Automobile Company y tras ganar sus primeros dólares estudió ingeniería, trabajando luego en la Edison Illuminating Co.

En sus ratos libres comenzó a fabricar su primer auto en el garaje de su modesta casa de barrio. Presté mucha atención a lo que aconsejaba a los iniciados, decía que jamás se debía sacar créditos bancarios ya que era anticipar el éxito de una empresa con el riesgo de desconocer su manejo; en su lugar aconsejaba empezar de abajo, incluso manualmente, para que el trabajo personal enseñara todos los detalles y que el mismo negocio indicaría si seguir, como y por donde.

Salvando el abismo, entre la poderosa Detroit y la humildísima Tinogasta, al menos quien esto escribe, se puso el mameluco y manos a la obra en el fondo de la casa. Claro, no fabricaríamos autos sino maquinarias para procesar pasas de uva que era lo que había en la zona.
Siguiendo el ejemplo de Ford, compré cuanto libro de mecánica e ingeniería pudiera conseguir y a duras penas golpeándome y electrocutándome en reiteradas ocasiones obtuve un primer prototipo allí por 1.976.

Un día, agobiado por el excesivo esfuerzo que hacía para dominar solo, partes de máquinas que pesaban más de 300 kg, decidí buscar un colaborador y acudí a un profesor de la escuela industrial a fin de que me enviara alguno. A los días se presentó un aspirante enviado por la escuela, hombre robusto y fuerte, lo que me hizo pensar que era apropiado para la tarea, preguntó cual sería el trabajo a realizar, diciéndole que ayudaría en tareas metalúrgicas, en el manejo de piezas mientras se soldaban y armaban etc., pero Oh! sorpresa, cuando me rechazó la oferta laboral diciendo que él creía que trabajaría en una oficina y se fue. En los 10 años siguientes seguí trabajando solo.

El 8 de septiembre de 1975 obtenía la Patente de Invención Nº 203.414 dejando el nombre de Tinogasta en la oficina de Patentes de Invención de la República Argentina.


Para quien dese saber como es una patente, pongo la imagen de la carátula.

Con el trabajo de esta máquina y otros inventos que se agregaron después no solo creamos una empresa que da trabajo a mucha gente hasta el presente, sino que se demuestra que el éxito o el fracaso no dependen de los Aladinos sino de uno mismo, de la capacitación y del seguir los buenos ejemplos.